Historias con final feliz

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Tay es un pitbull de cinco años de edad que ingresó en el centro el pasado mes de diciembre con lesiones generalizadas en la piel a causa de un hipotiroidismo. Tras recibir el tratamiento mostró un respuesta inmediata, la piel de Tay empezó a mejorar y su carácter también, mostrándose más animado y activo. A día de hoy sus futuros dueños están tramitando la licencia para poder adoptarlo, por lo que en un par de semanas abandonará sa Coma. Mientras espera su momento, participa en las excursiones y los paseos que le dan los voluntarios.

 
Pitufo llegó en el mes de septiembre pasado totalmente pintado de azul y con una de las patas de atrás fracturada. Su estado de salud se complicó porque hubo que operarle dos veces, pero tras una temporada de recuperación y tras colocarle una placa y reducir su fractura pasó dos semanas en una casa de acogida recuperándose. El pasado 17 de febrero salió adoptado a través de Sonja y se fue volando para Alemania con su nueva familia.

 
Otra perrita que llegó con una fractura fue Rita. Tras ser operada en la clínica de Sant Jordi tuvo varias semanas de rehabilitación con láser y se recuperó muy bien. Luis, uno de los voluntarios, se encargó de pasearla a diario y de hacerle masajes tras los paseos. Ahora Rita, vive con una pareja que se enamoró de ella cuando la vio.

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