La receta de esta semana viene de la mano de una fuerte tradición que nace en el pueblo del Valls, en Tarragona. Se trata de los deliciosos calçots, concretamente de esa maravillosa salsa cuya mezcla de vegetales y frutos secos le otorgan un intenso sabor que combina perfectamente no solo con este tipo de cebolla sino con cualquier verdura asada o carne a la brasa. Se trata de la salsa romescu.
salsa romescu: tradición catalana en tu mesa en tan solo dos sencillos pasos
Fácil y rápida de elaborar –aunque los residentes del Valls guarden con lógico ahínco el secreto de la receta original–, para preparar esta salsa tan solo se necesitan:
4 tomates asados
Una cabeza de ajos asados
Una rebanada de pan bien tostado
5g de almendras tostadas
5g de avellanas
Aceite de oliva ibicenco (una buena forma de elaborar nuevas recetas es apostar siempre por el producto local)
Pimienta y sal.
Una vez se tengan listos los ingredientes (y las proporciones correctas según la cantidad que se desee obtener), tan solo habrá que seguir dos sencillos pasos:
1 En primer lugar, colocar todos los ingredientes en un bol.
2 A continuación, batirlos hasta obtener una salsa homogénea a gusto del consumidor.
Una vez lista la salsa, y con los calçots previamente asados, solo queda untarlos bien, abrir la boca y disfrutar de la tradición catalana acompañando las verduras con un buen trozo de sobrasada o butifarró, o unas chuletitas de cordero a la brasa, por ejemplo.
Además, una de las mejores partes de realizar una calçotada es compartir un día con amigos y/o familia y disfrutar del placer de comer en compañía, ya sea con o sin guantes, pero siempre con el mismo arte que exige la tradición: coger el calçot con la mano, untarlo, abrir la boca y saborear la deliciosa mezcla con cuidado de no pringarse demasiado.