Cuando parecía que todos los megayates más espectaculares del mundo ya habían exhibido sus impresionantes esloras en el puerto de Ibiza, han aparecido por el horizonte y han atracado en Vila el buque más emblemático de la historia moderna: el histórico ‘Christina O’, que fue propiedad de Aristóteles Onassis, y el espectacular ‘Savannah’, que puede presumir de ser el primer megayate híbrido que se ha construido en la historia de la navegación marítima.
Ambos sorprendieron a los ibicencos que el pasado jueves pasearon por el puerto, donde la gente se preguntaba si era de verdad el barco de Onassis, al mismo tiempo que fotografiaban la impresionante altura del plateado yate futurista.
Pasado y presente fueron motivo de curiosas comparaciones, sin olvidar que entre estos dos monstruos de la construcción naval estaban el gigantesco ‘Solandge’ y el señorial ‘Faith’, muy habituales en las aguas pitiusas todos los años.
Tal y como se explica en el blog del experto Javier Ortega Figueiral, la historia del ‘Christina O’ es casi tan interesante como las que han sucedido en su interior: se botó en 1943 como fragata de la clase river para la Real Armada Canadiense bajo el nombre de ‘Stormont’. Era un tipo de barco destinado a escoltar convoyes marítimos durante la Segunda Guerra Mundial. Tras el conflicto, el buque fue uno de los muchos excedentes militares que se subastaron y Onassis lo adquirió en 1954 para convertirlo en su residencia más querida, invirtiendo cuatro millones de dólares para su reforma integral.
Como amante del mar, Aristóteles Sócrates Onassis, ‘Ari’ para los suyos, se sentía libre. Su primera esposa decía continuamente que el armador quería al barco sobre cualquier otra cosa en el mundo
Al ex primer ministro británico Winston Churchill le encantaba dejar pasar las horas sentado en su popa. Eva Perón disfrutó del sol en su cubierta. Frank Sinatra bebió litros de cócteles preparados por sus camareros. John Fitzgerald Kennedy también viajó varios días en él por el Mediterráneo. Marilyn Monroe se dejó seducir por las olas del Egeo. Y la soprano Maria Callas cayó allí en los brazos de Aristóteles Onassis.
Hoy el emblemático buque de recreo sigue todavía navegando por aguas del Mediterráneo y el Caribe. Lo hace en régimen de chárter.
El ‘Savannah’ tampoco dejó indiferente a nadie. Lanzado este año como el primer superyate híbrido del mundo, es una impresionante embarcación de 83.50 metros (273’11’’) de propulsión de batería, construido por el prominente fabricante de yates con sede en Holanda, Feadship, informa megaricos.com.
Según informa esta web, ofreciendo una economía de combustible del 30%, la plataforma de propulsión electromecánica concilia la experiencia pasada y el enfoque de visión al futuro de Feadship, en una creación personalizada. Más innovación viene en la forma de una superestructura flotante, lounge bajo agua, áreas de las cubierta de popa ‘abiertas’ y mucho más.
Con la arquitectura naval de Feadship De Voogt Naval Architects, el megayate fue hermosamente diseñado por CG Design en colaboración con Feaship De Voogt NA. Sus elegantes interiores son de CG Design.
‘Savannah’ es también el yate más grande en ser pintado con un sistema de pintura metálica (verde metálico).
La forma en que una gigante hélice es instalada enfrente, con otro propulsor alimentado eléctricamente en su estela, no había sido aplicada nunca a un yate, subraya megaricos.com. Otra innovación grande son las baterías, las cuales ofrecen extra velocidad máxima, permiten la carga apropiada de los generadores a cualquier velocidad y facilitan una navegación supersilenciosa a velocidades bajas sin encender ninguno de los motores.
El lujoso yate puede alojar cómodamente a 12 pasajeros en seis elegantes cabinas, incluyendo un generoso camarote para el dueño, al igual que cuatro amplias suites para huéspedes y un camarote VIP con un balcón. Los huéspedes son atendidos por una tripulación de 26 miembros altamente preparados.