«Una novia, siempre con el pelo recogido». Patricia Clapés, peluquera, lo tiene claro. De hecho, para su propia boda lució un moño alto y redondo, muy chic. «No quería que se soltaran mechones y se me pusieran en la cara», explica mientras peina a una clienta. «Más informal, o menos, pero siempre es mejor llevar un recogido», insiste la peluquera, que asegura que por muy guapa que una mujer se vea con el pelo suelto, el día de su boda, con el viento, los nervios, el baile… Al final, se ve despeinada. «Es el último toque, la cúspide. Mimas el vestido, los zapatos, las joyas, la ropa interior, el maquillaje… También el peinado», apunta.
La peluquera explica que en estos momentos la moda son peinados y recogidos que buscan la naturalidad, con puntas desenfadadas y algún mechón suelto que se completan con broches, diademas y peinetas joya. Piezas con perlas o brillantes que llenan de destellos las melenas de las novias. O flores. «La flor, natural, siempre queda bien, siempre da un toque especial, de fiesta», asegura Clapés, que confiesa que a pesar de que lleva unos 20 años como peluquera aún se pone nerviosa cada vez que tiene que peinar una novia. «Siempre sale bien, pero sabes que es un día muy importante y pequeños nervios, los tienes», asegura.
Hay novias que tienen muy claro lo que quieren y otras, en cambio, llegan a los salones abiertas a las propuestas. Ésta última opción, la de dejarse aconsejar, es la ideal para Clapés. «A veces quieren peinados que, con su pelo, son muy complicados, casi imposibles», indica la peluquera ibicenca, que destaca que siempre hay que respetar el estilo propio de la novia. Además, «ver el vestido que va a llevar, ayuda». Después de tantos años, no deja de sorprenderle la «belleza» de las novias el día de su boda. «Recién levantadas, sin peinar ni maquillar tienen una luz especial, están guapísimas», opina. Eso sí, matiza que peinado y maquillaje son imprescindibles, sobre todo de cara a las fotos.
Clapés señala que las novias en Ibiza buscan peinados más naturales que en la Península. Sin embargo, destaca que en invierno hay que sofisticarse un poco, ya que el entorno y, en general, los vestidos, lo requieren. Además, recalca que no hay que temer a los productos. En estos momentos lacas, geles, gominas… todos garantizan un acabado natural y con movimiento, nada que ver con los peinados duros y estáticos de hace años, explica la peluquera, que defiende que el secreto de un buen recogido es la preparación, tener una buena base: «Para eso, nada mejor que el marcado con rulos de toda la vida».