En muchos casos, la comida tiene la respuesta. Así nació Harinus, en 2013, después que su propietario y fundador, Toni Riera, necesitase darle un vuelco a su vida y, sobre todo, volver a la isla que le vio nacer. Tras cinco años de historia, siguen apostando por la cercanía y la artesanía como clave de su éxito.
Toni, ¿cómo empezó el proyecto Harinus?
- Al finalizar la universidad, estaba trabajando como consultor especializado en banca, y necesitaba darle un vuelco a mi carrera profesional, no me gustaba lo que hacia. Decidí dejarlo y empecé a trabajar en una cadena de panaderías, cuyo negocio principal era la fabricación propia y para terceros, de productos de panadería y pastelería. Allí trabajé un año y medio, aprendí de todo, desde la parte más estratégica hasta el mínimo detalle de la elaboración de un pan.
¿Cómo era esa vida?
- Recuerdo empezar a trabajar a las cuatro de la mañana con el panadero y acabar a las 20 horas en las oficinas centrales de Sant Cugat negociando nuevas aperturas con el propietario. Además, pude conocer contactos que luego han sido muy importantes en el día a día de Harinus.
¿Y cuándo llegó el momento de lanzarse al proyecto?
- En este año y medio, vi que era capaz de mejorar este concepto de negocio, y aplicarlo en Ibiza, donde tenía claro que quería volver y montar mi propio negocio. Así empecé a estudiar posibles áreas de mejora respecto a la panadería convencional, y apareció Harinus, con una variedad de pan y bollería, cafés y zumos naturales difícil de igualar.
¿Harinus es una franquicia?
- ¡No! Todo lo contrario, somos una empresa local, creada en y para Ibiza. Harinus no está en ninguna otra parte del mundo. Hemos recibido muchas peticiones para franquiciar la marca, gente que quería abrir Harinus en sus ciudades, pero la respuesta siempre ha sido que no.
¿Por qué razones?
- Siempre hemos pretendido ser una empresa cercana a la gente; por ejemplo, si alguien tiene una queja, debe solucionarse rápido; si alguien quiere el pan un poco más tostado, se lo hacemos; o si algún cliente nos dice que viene a buscar su postre cinco minutos después de cerrar, se lo guardamos. Todo esto se puede hacer siendo una empresa pequeña, familiar y con trabajadores comprometidos que en gran parte sienten la empresa como si fuera suya.
¿Cómo ha sido el proceso de evolución de Harinus?
- Abrimos la primera tienda en 2013. Medio año más tarde abrimos la segunda, y a las dos semanas estábamos firmando el contrato de alquiler para la tercera. Fue un inicio lleno de ilusión pero agotador. Para las siguientes tiendas ya fuimos a un ritmo más moderado, y actualmente, tras cinco años y medio, contamos con seis puntos de venta, cuatro en ibiza centro, uno en san Antonio y otro en santa eulália.
¿Cómo ha logrado este éxito?
- Pues sinceramente, ¡no lo sé! Tras abrir puertas, todo lo que vino después fue una sorpresa. Abrimos con toda la ilusión, con un modelo de negocio claro, posicionamientos de producto, decoraciones, estándares de servicio… Todo muy estudiado, pero sobre el papel todo es muy bonito. En la realidad todo asusta, pero afortunadamente la realidad superó lo imaginado.
¿Cómo se mantiene esto?
- Ha sido un trabajo diario muy duro para intentar mantenerlo, y en la medida de lo posible mejorarlo. El plan de crecimiento se ha ido improvisando. Al abrir en ningún momento pensábamos en una segunda tienda ni mucho menos en una sexta. Al final ha sido la dinámica y la demanda del cliente lo que nos ha llevado a donde estamos hoy en día.
Háblenos de su última tienda.
- Ya hacia dos años y medio que estábamos buscando un local en Santa Eulària que nos gustara, pero no acabábamos de estar convencidos con lo que íbamos encontrando. Un día me dijeron que posiblemente el local que actualmente es Harinus quedaría disponible, y el resto fue trabajo de mi tío Agustin. Él buscó a los propietarios del local, habló con ellos y cerramos un acuerdo antes de que se anunciara su alquiler. Unos meses más tarde abrimos puertas y poco a poco vamos organizándolo. Estamos muy contentos con el recibimiento del pueblo. Ha superado todas las expectativas, y esperamos poder devolvérselo lo mejor que sepamos.
¿Qué ha significado?
- No podíamos quedarnos sin abrir una tienda en Santa Eulalia.
El concepto de artesanía.
- Para nosotros la elaboración propia es un punto muy importante, un valor diferencial. Al final, una barrera a la entrada para futuros competidores. Sabemos que en Ibiza hay muy buenos artesanos de producto tradicional. Nosotros hemos optado por elaborar productos más innovadores, recetas francesas, gallegas, con harinas de espelta, veganas, masas madres líquidas (mitad agua, mitad harina), etc. Fabricamos artesanalmente en horno de piedra más de 25 referencias de pan con harina de trigo, espelta, centeno, avena, sarraceno…, y también una gran variedad de tartas, cookies, galletas de espelta, hojaldres dulces y salados, bizcochos, ensaimadas… Además de la producción propia artesana, y debido al gran volumen de trabajo, tenemos externalizados por un lado, a otros pasteleros/panaderos.
¿Cuántos obradores tienen?
- Disponemos de tres obradores/cocinas diferentes, uno para pan en la calle Vicente Serra, otro para bizcochos y tartas, y otro para galletas, cookies, hojaldres y ensaimadas.
¿Cuántos trabajadores tiene la plantilla de Harinus?
- Actualmente 64. En verano somos 72 porque tenemos ocho que viven fuera en invierno, pero vienen cada verano a hacer la temporada.