En sus casi 70 años de historia la Cooperativa Agrícola Santa Eulària ha pasado de aquellos 31 socios fundadores que pertenecían al Sindicato Agrario a los 1.750 socios que hay en la actualidad.
Desde entonces, la cooperativa ha ido evolucionando a medida que lo ha hecho el sector, pero manteniendo el objetivo y la esencia de su fundación: ofrecer un servicio de suministros de productos agrícolas y ganaderos, así como defender y reclamar los derechos de los profesionales.
Cooperativa de suministros
Xavier Conesa, gerente de la cooperativa, explica que la de Santa Eulària, al contrario de otras como Agroeivissa, es «fundamentalmente una cooperativa de suministros». «Somos una especie de supermercado agrícola con dos tipos de clientes o socios diferenciados, los agricultores y ganaderos profesionales y los que se dedican de una manera más aficionada», señala Conesa.
La cooperativa ofrece gran variedad de servicios, como fertilizantes, productos fitosanitarios, pienso, cereales, asesoramiento agrónomo… También disponen de surtidor de combustible de gasoil de tipo A y B dirigido al uso profesional agrícola. «Aquí se puede encontrar el gasoil al precio más bajo de la isla», remarca el gerente.
Entre otros servicios, la cooperativa también hace de ‘intermediario’ de los profesionales.
Almacenamiento de forraje
En la actualidad dispone de un espacio dedicado al almacenamiento del forraje sobrante de algunos socios para que luego puedan disponer de él. Además, tiene un pequeño vivero de árboles, una tienda donde se pueden encontrar productos locales y una muestra de maquinaria agrícola de pequeño tamaño.
Puntos de recarga eléctrica
Recientemente, se han instalado dos puntos de recarga eléctrica de vehículos en el aparcamiento y se han instalado placas fotovoltaicas en la nave de la cooperativa. «Nuestro objetivo es abastecernos totalmente de energía renovable», apunta Conesa.
Sobre la auge del consumo y promoción del producto local y la cultura de la gastronomía kilómetro 0, cada vez más de moda, el gerente de la cooperativa cree que «está bien», pero que esa mirada que se hace hacia el campo ibicenco es aún «un poco tímida». «Nuestro producto local tiene un gran potencial y un valor extraordinario porque es de muy buena calidad», señala Conesa, quien considera que «en muchas ocasiones este producto es más valorado por los extranjeros que por la gente de aquí».
Respecto a las ayudas de la Administración, cree que «siempre son bienvenidas, pero estaría bien que se tuviera en cuenta más la opinión del sector» y lamenta que el transporte con las islas encarezca «entre un 20 y un 25%» el precio de algunos productos.
La Cooperativa Agrícola Santa Eulària está ubicada en el barrio de Can Marçà desde el año 2001 y cuenta en la actualidad con siete trabajadores.
El próximo 14 de abril celebrará su gran fiesta anual con motivo de la asamblea general de socios. «Instalamos una carpa grande y dos de los socios que además son cocineros de restaurantes preparan una paella para 400 o 500 personas», apunta Conesa.
Ese día también participarán representantes de la asociación de carreters y de la colla des Broll que darán más colorido a una jornada que, sin duda, ayuda a ensalzar los valores tradicionales del campo, una labor que la cooperativa agrícola lleva desarrollando desde 1951.