La firme apuesta de Coca-Cola por la economía circular

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Redacción
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Redactor en Diario de Ibiza

La ex regatista Ellen MacArthur comprendió todo el significado de la palabra ‘finito’ cuando en 2005 se convirtió en la persona más rápida en recorrer el mundo a vela en solitario. Durante aquellos 71 días, tuvo que aprender a gestionar sus recursos en un escenario hostil. Si los agotaba, no tenía más.

Al margen de la hazaña lograda, aquella aventura le dejó un gran poso: como ocurriera en su mini casco de 23 metros de eslora, la economía mundial también depende de materiales finitos que se consumen y desaparecen.

Tras retirarse como deportista, en 2010 se embarcó en su mayor reto: construir un futuro sostenible en el marco de la economía circular, convirtiéndose en su mayor promotora a través de la Ellen MacArthur Foundation.

El modelo lineal no es sostenible

Ciertamente, en un planeta donde los recursos son limitados y la población no deja de crecer, el modelo económico lineal de extraer, producir, usar y tirar ya no es sostenible.

Como solución, es necesario apostar por modelos de crecimiento inspirados en la naturaleza, donde todos los materiales tienen una utilidad y se reintegran en el proceso.

Un modelo basado en la economía circular supone dar una segunda vida a los productos, convirtiendo los residuos en recursos con los que crear nuevos bienes, y así sucesivamente. Pero, contrariamente a lo que se suele pensar, va más allá del reciclaje e implica toda la cadena de valor.

Coca-Cola en España ha incorporado el ecodiseño en la concepción y fabricación de sus envases.
Coca-Cola en España ha incorporado el ecodiseño en la concepción y fabricación de sus envases. fotos: coca-cola

Desde el origen, el producto se concibe y fabrica con criterios de ecodiseño, es decir, minimizando su impacto ambiental. No solo eso. En la producción y distribución, la economía circular también aboga por la utilización de materias primas obtenidas de forma responsable, por una mayor eficiencia en el consumo de agua y energía, y por una logística y transporte menos contaminantes. En última instancia, contempla que el producto, convertido en residuo tras su comercialización, tenga otra vida útil a través del reciclaje, la reparación o la reutilización, cerrando así el ciclo productivo.

Mientras los recursos menguan y aumentan los residuos que contaminan el planeta -cada europeo genera casi cinco toneladas al año-, la economía circular supone una alternativa atractiva y viable a la que cada vez se suman más empresas.

Entre ellas está Coca-Cola en España, que desde hace tiempo encabeza el cambio. Y lo hace centrando sus esfuerzos en cuatro áreas principales: proveedores, envases, agua y emisiones.

Materias primas sostenibles

Para garantizar una cadena de suministro sostenible, Coca-Cola extiende su compromiso ambiental a sus proveedores agrícolas: el 100% sigue su Código de Conducta para Proveedores y se ha propuesto asegurar el origen sostenible del 100% de sus ingredientes agrícolas para el año 2025. En esa línea, su programa Cítricos Sostenibles está reduciendo el uso de agua y fertilizantes entre los productores españoles de naranjas y limones.

Pero va más allá: las etiquetas de todas las marcas de Coca-Cola en nuestro país llevan el sello FSC -lo que significa que el papel proviene de bosques bien gestionados-, el 100% de la energía utilizada en las fábricas es renovable y en todas ellas existen planes de protección de las fuentes de agua.

Ecodiseño y fabricación más eficiente.

No hay economía circular sin envases más sostenibles, y Coca-Cola en España se sitúa a la vanguardia en este ámbito. ¿Cómo? Al incorporar el ecodiseño en la concepción y fabricación de sus envases. De este modo, en los últimos años ha conseguido aligerar el peso de latas y botellas para emplear menos recursos y facilitar el reciclaje, así como incrementar la cantidad de material reciclado que contienen.

En cuanto al consumo de agua y energía en la producción de sus bebidas, Coca-Cola en España ha reducido un 11,93% el ratio de consumo de agua por litro de producto desde 2010 y un 15,6% el ratio de energía.

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