Endesa ha tratado, retirado y gestionado en Baleares durante el 2017 un total de 646,91 toneladas de residuos, más de un 72% del total en este territorio, derivados de trabajos de construcción, mantenimiento y mejora de la red eléctrica de distribución. Los procedimientos para el tratamiento de este tipo de residuos vienen definidos por el Sistema de Gestión Ambiental (SGMA) de la Compañía que establecen los procedimientos para dar cumplimiento en la legislación vigente, que se tiene que realizar mediante transportistas autorizados que los destinan finalmente a gestores e instalaciones autorizadas por el tratamiento final del residuo.
La gestión de estos residuos se lleva a cabo en las instalaciones que Endesa tiene habilitadas en las tres islas, desde donde los residuos se entregan a gestores especializados. Se prioriza el aprovechamiento del residuo por parte de los gestores a través del reciclaje, dejando como último recurso la eliminación controlada cuando no es posible su reutilización.
En el conjunto de Baleares, de las 646,91 toneladas de residuos ya mencionadas, se han gestionado 168,71 toneladas de residuos calificados de peligrosos. Por tipo de residuo, los más significativos han sido, por un lado los residuos considerados peligrosos: 98 toneladas de maquinaria, apoyos, cables y otros equipamientos; 14,94 toneladas de contadores; 5,13 toneladas de aceites, y 1,04 toneladas de baterías y acumuladores. Por otro lado, de los considerados no peligrosos, se pueden destacar: 8 toneladas de maquinaria y apoyos; 139 toneladas de elementos mecánicos; 137 toneladas de chatarra, 106 toneladas de materiales de construcción y demolición, entre otras.