La Unidad de Atención al Paciente Ostomizado está formada por un equipo de enfermería, cirujanos generales y endocrinos especialistas en la atención y los cuidados de pacientes ostomizado con el objetivo de que no disminuya su calidad de vida. Los enfermeros de la unidad enseñan al paciente a familiarizarse con su nueva situación y normalizarla en prácticamente todos los aspectos de su vida diaria.
Una ostomía es un procedimiento quirúrgico en el que se realiza una apertura (estoma) para un órgano hueco (aquellos que están formados por una pared que rodean a una cavidad). Pueden presentarse varios tipos: a nivel del sistema digestivo, en la pared abdominal, para dar salida al contenido intestinal; directamente en el estómago (gastrostomía), como alternativa a la boca para dar soporte alimentario; en el sistema urinario, para permitir la salida de la orina a través de un orificio en la pared abdominal; y a nivel respiratorio (traqueostomía), realizando una abertura dentro de la tráquea para facilitar el paso del aire a los pulmones. En el caso de las ostomías digestivas (ileostomías, colostomías) y urinarias (urostomías), suponen un cambio importante en el paciente que requiere de un proceso de aprendizaje y adaptación. Esta situación se da tras una intervención quirúrgica, por ejemplo, de cáncer de colon, colitis ulcerosa, etc… en la que es necesario extirpar parte del intestino o del sistema urinario.
La unidad realiza el seguimiento desde enfermería antes de la cirugía, momento en que se hace un marcaje para elegir la zona en la que va a ir colocado el dispositivo. De esta manera, cuando el paciente llega al quirófano, el cirujano ya tiene marcada la zona recomendada por el enfermero. Una vez que el la persona ostomizada sale del quirófano comienza un proceso de educación y aprendizaje que le servirá para adaptarse a la nueva situación. Durante este proceso y especialmente al principio, es de muchísima utilidad para ellos contar con asesoramiento y apoyo desde el centro para que la adaptación sea lo mejor y más rápida posible.
El personal trabaja cuidadosamente para evitar que la ostomía suponga un impedimento a la hora de realizar tareas cotidianas
Cuestiones como cómo manejar el dispositivo, qué alimentos deben evitar o qué dieta es la más adecuada, son algunas de las principales enseñanzas que los pacientes reciben de manos de los trabajadores de la unidad.
La ostomía no tiene porqué impedir la realización de actividades de la vida diaria tales como nadar, utilizar baños públicos, mantener relaciones sexuales o incluso realizar deporte. Por ello, la Unidad de Atención al Paciente Ostomizado trabaja con los pacientes, implicando si es necesario a sus familiares, proporcionando las herramientas necesarias para la realización de tareas diarias y que su vida cambie lo menos posible.
Otra de las funciones de esta unidad es encontrar el mejor dispositivo para cada tipo de paciente e intervención, utilizando siempre la aparatología más moderna del mercado.
Una vez que el paciente recibe el alta, continúa un seguimiento temporal para comprobar que no hay ningún tipo de infección, fuga o cualquier otro problema. Si es necesario, los psicólogos de Policlínica también colaboran en el proceso de adaptación ofreciendo ayuda psicológica tanto al paciente como a sus familiares.
La unidad pone a disposición de los pacientes una consulta destinada a solucionar cualquier duda o incidencia que pueda surgir a lo largo del post operatorio y durante el proceso de adaptación.