La isla blanca esconde rincones únicos que incluso muchos residentes aún tienen que descubrir. Es el caso de Can Domo, un agroturismo que presenta alta gastronomía en un contexto especial, en plena naturaleza ibicenca.
La historia de Can Domo nace cuando Alexandra aterrizó en Ibiza procedente de Bélgica hace 20 años. «Me enamoré de la isla», confiesa. Más tarde encontró este agroturismo, y hace seis años conoció a Pau Barba, su pareja y chef del restaurante. «Fue una oportunidad perfecta. Can Domo era el lugar ideal para volver a los orígenes, para centrarme en una restauración más dedicada al cliente, con una cercanía que no puedes tener en otro tipo de establecimientos», expresa el chef.
En las mesas ubicadas en una bonita terraza en torno a la piscina, el comensal puede saborear una cocina de mercado centrada en el producto. «No me gusta poner etiquetas a lo que hago. Todo es muy personal, elaborado con mucho mimo y dedicación».
La langosta es uno de los productos estrella, elaborada en forma de caldereta, con arroz o con huevos. Pie de cerdo negro con king crab, una tabla de diez quesos servida con sus mermeladas y fresco gazpacho de remolacha son algunas de las recetas de un restaurante que abre mediodía y noche.