Hace cinco años, Joan Tur, Fluxà, decidió hacer un alto en su ajetreada vida de viajes y centrarse en un ámbito que para él tenía más valor: la tierra ibicenca. Comenzó a cultivar lo que hoy es un gran jardín botánico con más de 30 especies autóctonas, elaborando unas naturales hierbas ibicencas cuyos ingredientes extraía de su propio huerto.
Pronto, la línea de licores comenzó a crecer, y además de estas hierbas elaboradas por destilación y por maceración (las de la abuela, con receta de la madre de Joan) surgieron la crema de almendras, el licor de higos o un rico café caleta.
El amor por la gastronomía local llevó a Fluxà a aromatizar la increíble sal natural de la isla con una selección de plantas del Mediterráneo procedentes de su jardín. El éxito de este primer maridaje les animó a elaboraciones más audaces, como la sal de curry o de chili.
Tras dos años de investigación, la última incorporación a la familia de sales Fluxà es la de flores.