Las hierbas ibicencas son un auténtico icono en las mesas de la isla. Tras una buena comilona, qué mejor que rebajar con una copita de este emblemático licor que invita a disfrutar de un aroma y un sabor únicos. Muchas familias de la isla continúan elaborando hierbas ibicencas de forma artesanal en sus casas, siguiendo los pasos que dictaban sus ancestros y que, de generación en generación, han llegado a nuestros días. Con el fin de mantener una tradición familiar tan especial y despertar el interés de los jóvenes, varias asociaciones vecinales organizan durante la primavera talleres de elaboración de hierbas ibicencas, coincidiendo con la época de floración del tomillo (uno de los ingredientes imprescindibles de este licor). Personas de todas las edades se reúnen en diferentes puntos de la isla con el fin de aprender los secretos de un licor en el que «no existen fórmulas fijas».
«En esto de las hierbas ibicencas, cada maestrillo tiene su librillo —afirma Rafael Tur, de la Asociación de Vecinos des Rafal Trobat—. Unos mantienen que deben llevar piñas, otros que no; unos que llevan 17 ingredientes distintos, otros 23… Nadie se pone de acuerdo en estas cuestiones básicas». En el taller que este colectivo imparte en el mes de junio, la receta se simplifica para que todo el mundo pueda participar. «Utilizamos entre 14 y 16 hierbas. La receta llega de la tradición oral de la familia de Rita de ses Eres», explica Tur, quien afirma, entre risas, que las hierbas que elaboran en el taller son consideradas «las mejores del mundo mundial» por «expertos bebedores de hierbas».
Otros barrios como el de Can Tomàs o Ca n’Escandell (a través de la Agrupación Tres Barrios) también se han sumado a esta actividad. En la elaboración, los aromas que desprenden las hierbas hacen que los participantes se sumerjan en la naturaleza ibicenca. Romero, frígola, hierba luisa, menta, hinojo, enebro, hojas de limonero y piel de naranja y limón son algunos de los ingredientes que se utilizan para la elaboración de hierbas ibicencas, aunque «cada uno puede añadir o eliminar a su gusto», comentan desde la asociación des Rafal Trobat.
En el taller de la Agrupación Vecinal Tres Barrios, los vecinos llevan sus botellas de cristal, en las que se introducen unas cantidades específicas de hasta 18 hierbas
Las más históricas
El gusto tanto de residentes como de turistas por las hierbas ibicencas ha derivado en el aumento de la producción de este licor. Varias empresas de la isla producen hierbas en diferentes formatos, que se encuentran en la carta de restaurantes de la isla e incluso se exportan a otros países del mundo. De hecho, con el fin de garantizar su calidad, las hierbas ibicencas son uno de los productos de las islas con Denominación de Origen.
Hablar hierbas ibicencas es hablar de Marí Mayans, una familia que comenzó a producir licores típicos de la isla en 1880 de la mano de Juan Marí Mayans y va por la quinta generación en la empresa. De los ocho litros que este señor elaboraba en Formentera, en una zona que todavía se conoce como s’Alambí, hoy en día la empresa elabora 400.000 litros anuales solo de hierbas, a los que hay que sumar otros nuevos —y clásicos— productos.
Una de las bodegas más icónicas de Ibiza, Can Rich, también elabora su versión de este licor, basándose en la maceración de 17 plantas silvestres aromáticas de la isla en un destilado. Can Rich elabora «artesanalmente» las hierbas, «manteniendo los ingredientes naturales y la forma de elaboración que nos han dejado escrita nuestros antepasados en sus manuscritos de recetas».