El Mirador de Dalt Vila celebró el pasado martes su décimo aniversario entre clientes, amigos e invitados especiales. La familia Fajarnés Vall no dudó en organizar un evento especial en el que el gran pastel que recreaba el hotel se llevó buena parte del protagonismo.
Tras diez años de historia, su ubicación única, su sutil equilibrio entre la tradición y la modernidad y su inconfundible esencia balear han convertido al Mirador de Dalt Vila en el destino de aquellos viajeros que buscan vivir la cara menos conocida de Ibiza: esa isla más cultural, de paseo lento, de calma, de historia y de desconexión. Ubicado en pleno corazón de la ciudad antigua y flanqueado por las históricas murallas de Dalt Vila se erige el Relais & Châteaux Mirador de Dalt Vila.
Además de la Ibiza cultural, el Mirador de Dalt Vila descubre la despensa balear a través de sus tres espacios gastronómicos: el restaurante Es Mirador, la Enoteca y el Cocktail Bar para disfrutar en diferentes momentos de la jornada.