Eugéne Brazier, Nadia Santini, Carme Ruscalleda, Julia Child, Anne-Sophie Pic o Clare Smyth. Cada una de ellas ha marcado un antes y un después en la historia de la mujer en la cocina profesional. Eugéne Brazier, por ser la primera mujer en conseguir una estrella Michelin, en 1933; a Nadia se le considera la reina de la cocina italiana; Carme Ruscalleda es la única mujer con cinco estrellas Michelin; Julia Child se convirtió en la primera mujer en entrar en el salón de la fama del Culinary Institute Hall of Fame; Anne-Sophie Pic fue la chef más joven en alcanzar las tres estrellas Michelin, con tan solo 36 años, y Clare Smyth acaba de ser coronada como mejor cocinera del mundo, según la revista Restaurant.
Todas ellas acumulan premios, reconocimientos y muchos, muchos admiradores, pero, en los fogones, la fama parece estar reservada a los hombres.
Hay una cosa muy clara: mientras siga existiendo el premio a Mejor Chef Femenina del Mundo, diferenciando así el género a la hora de otorgar el galardón de la revista Restaurant, nunca una mujer podrá destronar a un cocinero en la más alta de las categorías. A pesar de ello, la lucha de estas incansables mujeres y la de muchas otras más a la que no se ve, pero que están dentro de las cocinas asegurando que cada servicio sea un éxito, está demostrando que no van a parar hasta que la desigualdad en los fogones desaparezca.
La misma Clare Smyth, al recibir el premio a Mejor Chef Femenina del Mundo, afirmó aceptar el premio, pero no tanto por ella, como para dar ejemplo a otras mujeres para que den un paso adelante en las cocinas profesionales. «Tenemos que animar al resto de mujeres porque vemos que son igual o más válidas que el resto, pero les cuesta dar ese paso para ser más competitivas», explicó en una entrevista concedida a Magazine.
Carme Ruscalleda, tras anunciar el cierre de su restaurante Sant Pau, declaró a La Vanguardia que «las mujeres acabamos de empezar. Son pequeños pasos, no es un boom. Pero son pasos firmes». Y es que la mujer con más estrellas Michelin del planeta recuerda a las muchas cocineras con talento que hay en España.
Movimiento Gastrónomas
Hay un nombre que ha liderado una de estas batallas, Carmen Alcaraz, @BonaVivant en redes sociales. Esta periodista gastronómica, columnista y articulista en El País Semanal, articulista en Gastronosfera y redactora y editora de 7caníbales, entre otros medios especializados del sector, puso en marcha el movimiento ‘#Gastronomas’, para reivindicar la importancia y la visibilidad de la mujer a nivel nacional. Así, todas aquellas mujeres con talento que se esfuerzan diariamente en lograr el éxito en sus cocinas, tendrán ese apoyo para dar el empujón necesario y atreverse a formar parte de esa zona gobernada por cocineros.
En la isla
Aquí en Ibiza, durante la celebración del III Foro de Gastronomía Profesional del Mediterráneo y bajo el nombre de ‘De la sostenibilidad del mar a través de la cocina y la huella de las pioneras en la restauración ibicenca’, Carmen Alcaraz, junto a una treintena de periodistas de España, Gran Bretaña, Italia y Alemania, presentaron el homenaje a tres grandes cocineras de la isla dentro del movimiento #Gastrónomas. Tres pioneras ibicencas de la restauración profesional que a día de hoy siguen en los fogones. Ellas son Catalina Riera, de Ca n’Alfredo; María Marí de Ca na Ribes; y Lina Prats de Es Rebost de Can Prats.
LINA PRATS, ES REBOST DE CAN PRATS
«CON PASIÓN SE ALCANZAN METAS»
El restaurante Es Rebost de Can Prats es un negocio de tradición familiar, ubicado en una antigua casa ibicenca en Sant Antoni. Un clásico que la familia Prats inauguró en 1995 tras convertir las ruinas de un ultramarinos en un bonito restaurante.
¿Cómo ha evolucionado la gastronomía de la isla en los últimos años?
- El sector de la gastronomía en las Pitiusas ha evolucionado mucho y muy bien. A pesar de ello, hay que seguir insistiendo en conservar los platos tradicionales en base a dos puntos fundamentales: las recetas populares y los ingredientes y productos autóctonos de la isla. Así es como se puede conseguir conservar la autenticidad de la gastronomía tradicional ibicenca y crear un sello propio de Ibiza.
lina prats defiende que con amor por la cocina se pueden conseguir muchos logros.
¿Cuál debe ser el futuro de la mujer en la cocina profesional?
- Es importante que en un futuro no muy lejano haya más mujeres chefs en las cocinas profesionales, ya que en términos culinarios tienen las mismas posibilidades y valores que cualquier hombre chef.
¿Qué le diría a una joven chica que quiere empezar estudios de cocina?
- Si tiene amor por la cocina, adelante. Hoy en día hay muchas posibilidades para poder alcanzar grandes metas en este trabajo.
CATALINA RIERA, CA N’ALFREDO
«hay que conservar la isla»
Este bistró modernista, ubicado en pleno paseo de Vara de Rey, se encuentra en un edificio colonial de los años 30. Fiel a la cocina ibicenca, Ca n’Alfredo ofrece platos de temporada y las recetas tradicionales de la isla.
¿Cuál es el plato que mejor define la isla y por qué?
- No hay un único plato que pueda representar a la isla. En verano sin duda el pescado es el rey; ya sea al horno, en bullit o guisado. Aquí en Ibiza el pescado es muy bueno y le gusta a todo el mundo. En cambio, en invierno, la carne gana protagonismo en platos como el arròs de matances o la frita de porc. Lo importante es no perder la tradición.
apuesta por el respeto y la colaboración para volver a tener la Ibiza de siempre
¿Qué opina sobre la existencia de un premio mundial que reconozca a la mejor chef femenina en vez de unir a hombres y mujeres en un mismo galardón?
- Antes solo había hombres en las cocinas profesionales, porque las mujeres estaban en casa preparando la comida para la familia, los trabajadores y la gente de campo. Poco a poco se ha sabido valorar el papel de la mujer en la cocina profesional, pero todavía queda mucho por recorrer y lo importante es valorar al cocinero por su talento y su capacidad por transmitir a través de un plato, pero nunca por su género.
MARÍA MARÍ, CA NA RIBES
«queda mucho por recorrer»
En pleno centro de Santa Eulària se encuentra Ca na Ribes, probablemente el restaurante más antiguo de la isla. Bartolomé Tur Clapés, abuelo de María Marí, fundó en 1926 este local con una preciosa terraza ajardinada donde reina la cocina familiar.
¿Qué necesita la isla para recuperar su auténtica esencia?
- Es importante que Ibiza recupere todos aquellos valores que le han caracterizado siempre y que han definido el carácter de los ibicencos. La amabilidad, la tradición y el respeto por el entorno y la comunidad.
A título personal, ¿qué es lo que más le gusta de la cocina?
- Lo que más me gusta de la cocina es descubrir platos nuevos, pero también recuperar recetas antiguas, esas elaboraciones que huelen a hogar y transportan a uno a su infancia. Sin duda, conseguir que un plato tenga ese sabor a recuerdo y a tradición es un gran premio.
maría marí cree en los valores de la gente para recuperar la auténtica esencia de la isla
La mujer en la cocina profesional. ¿Qué opina?
- Todavía queda mucho camino que recorrer. Deseo que muchas mujeres descubran que la carrera profesional en la industria de la alimentación y la cocina es creativa y tiene mucho futuro, pero a la vez también deseo que se valore a un cocinero sin tener en cuenta su género.
El objetivo del homenaje se cumplió, ya que hizo que, por un instante, el sector de la gastronomía a nivel nacional centrase toda su atención en tres mujeres que han sabido trasladar la cocina tradicional de sus casas hasta los restaurantes.
El otro momento emotivo de la jornada fue cuando Victoria Baos, de Sa Caleta, preparó el bull de atún, un plato hecho con los callos del atún que Victoria Baos elaboró junto Catalina Ribas, de Can Pubil. Lo más conmovedor fue saber que Catalina Ribes hacía 50 años que no preparaba ese plato.
Con pasión, hay futuro
De los 195 restaurantes españoles con estrellas Michelin, sólo 18 tienen una chef al frente, pero una gran revolución ha empezado y son muchas las mujeres con talento y ganas que quieren reivindicar su figura. Muchas están explorando nuevos territorios, como Cristeta Comerford, diseñadora del menú de la Casa Blanca desde 2005; o Ruth Reichl, quien recibió la Medalla de Honor de Missouri por el Servicio Distinguido en Periodismo, en octubre de 2007.
Más allá de rankings y galardones, donde todavía se hace una clara distinción de géneros, en las cocinas profesionales ya se está librando una batalla que, como bien dice Carme Ruscalleda, «son pasos pequeños, pero firmes» y con pasión y talento cada vez serán más las mujeres que se atrevan a alzar la voz y ocupar el lugar que les pertenece al frente de los fogones.
Y ¿quién sabe? Quizás en un futuro no muy lejano, una de estas grandes cocineras consiga el premio de Mejor cocinero el mundo, por la revista Restaurant, sin distinguir entre hombres o mujeres.