En El Carnicero todo se cuida al detalle, desde la gastronomía hasta la decoración y el ambiente. Un restaurante que nace de una casa payesa del siglo XV reformada respetando la arquitectura tradicional y que se extiende por la amplia finca ofreciendo diferentes ambientes en los que cenar o relajarse tomando una copa.
En su cocina, sin duda, la gran protagonista es la carne, que se puede degustar en diferentes variedades y cortes. Pero para empezar, hay que probar los entrantes como el tiradito de magret de pato con salsa chimichurri o el ceviche El Carnicero con cebolla morada, cilantro y toque andino; para después seguir con una buena pieza de carne, ya sea en forma de steak tartare, en hamburguesa o cualquiera de los cortes que ofrecen, como el bife ancho, la chuleta de buey o un rico solomillo.
En su amplio jardín, mesas al aire libre se mezclan con olivos, generando espacios únicos y especiales. La Casa Payesa es una joya de la arquitectura ibicenca, que cuenta con un fantástico porche, bar interior y varias salas, todas con chimenea, donde podrás disfrutar también en invierno. No se han olvidado de los niños y para tranquilidad de los padres cuentan con un amplio y divertido cuarto de juegos.
Su acogedora terraza es perfecta para tomar una copa sin abandonar la ciudad. Alejada de los agobios típicos del verano ofrece una select carta de licores y una esmerada elaboración de coctelería y es ideal para relajarse, y con un gran parking para ponértelo aún más fácil.
El Carnicero acaba de cumplir cuatro años y se ha asentado como uno de los restaurantes referencia de la isla con buena acogida, además, entre la clientela ibicenca, y pensando en ellos tienen previsto este año continuar abiertos en invierno.