El restaurante Pachá fue uno de los primeros en apostar por la gastronomía japonesa en la isla. Fue todo un acierto. Gracias a las recetas que se han ido elaborando todos estos años en el establecimiento, tanto turistas como residentes han ido descubriendo los secretos de la gastronomía asiática siempre entrelazada con los sabores auténticos del Mediterráneo. Una mezcla perfecta. En la atmósfera más especial.
La cocina fusión del restaurante Pachá es ya conocida en medio mundo, gracias a esa capacidad de captar lo mejor de Asia y el Mediterráneo y fusionarlo al detalle. Ninguna materia prima es introducida por casualidad, y cada técnica se utiliza por una razón. Bajo la dirección del chef Víctor Martínez, un apasionado de la mezcla cultural en el plato, el establecimiento presenta delicias como la ensalada con vieiras, el bacalao negro de Alaska, un chuletón con más de 40 días de maduración, un selecto tataki de Angus o el sushi que dio fama al restaurante y continúa siendo de los más espectaculares de toda la isla.
Para una gastronomía tan personal, no puede faltar una selección de vinos, champagnes y licores de altura. Más de 400 referencias están presentes en su carta, una de las más extensas de Ibiza, en la que se pueden encontrar auténticas joyas nacionales e internacionales.
En el interior o en el jardín
El restaurante Pachá es la antesala perfecta para vivir la noche ibicenca en la discoteca de las cerezas. En el salón interior, la sofisticación y elegancia son, junto con la calidad de la comida y el servicio más exclusivo, otras claves del éxito en cada velada, con un ambiente más clásico y perfectamente decorado. Quienes prefieran un contexto más desenfadado, pueden sentarse en el Sushi Lounge, situado al aire libre, entre palmeras, con mesas de madera rústica y una iluminación singular. Por supuesto, con la garantía de un equipo profesional que ayuda a cada comensal a encontrar su capricho.
En cualquiera de los dos espacios se puede disfrutar también de una variada selección de postres como el tataki de sandía o dulces elaborados con chocolate. Siempre siguiendo ese viaje culinario que convierte la noche en toda una aventura para los sentidos.
La entrada a la discoteca desde el restaurante es libre, por lo que es una opción perfecta para aquellos que quieran continuar la noche a ritmo de los mejores DJ.