La comida mexicana más auténtico ha vuelto a la isla. Tijuana vuelve a estar ya a pleno rendimiento, y da la bienvenida a sus clientes todos los viernes, sábados y vísperas de festivos por la noche, además de los domingos a mediodía (con sala supervisada para que los niños lo pasen en grande).
La atmósfera que se respira en el establecimiento es increíble. Nada más entrar, los clientes se trasladan a las culturas Maya y Azteca a través de pinturas, esculturas y un sinfín de detalles que resultan sorprendentes. Los teléfonos que hay en las mesas nada tienen que ver con los iPhone, y permiten una distracción mucho más rica: ¿por qué no echarse unas risas contactando con otras mesas?
Dicen desde Tijuana que las tizas de colores con las que se pueden pintar los manteles están pensadas para los niños, pero, ¿qué adulto no se ha lanzado a dibujar mientras esperaba la llegada de la comida? Comida, por supuesto, que es el hilo conductor de la jornada: tacos con pollo, ternera, ceviche de atún y gambas, costillas de ternera, burritos, nachos con guacamole y muchos caprichos más.