Los mercados asiáticos han llamado siempre la atención de los visitantes por sus diversidad, colorido, tumulto y su filosofía práctica de venta rápida y eficaz. Esta peculiar forma de ganarse la vida de forma sencilla y rápida se ha trasladado ahora a la gastronomía de forma espectacular.
Las calles y plazas más pobladas y transitadas de Bangkok, los principales destinos turísticos de Tailandia o islas tan recónditas como Koh-Samui, Koh-Tao o Kok Phangan (Mar de Tailandia) se transforman en centros de tapeo a la caída del sol con una gastronomía callejera de forma transversal al conocido street food asiático.
Las pequeñas plazas, explanadas o céntricas calles se convierten a partir de las 18.00 (hora local) en los Walking Street Markets, espacios donde comer cualquier especialidad de la cocina local a precios asequibles y en tiempo récord. Pequeños carros, bicicletas o motocicletas adaptadas se convierten en mini puestos de comida artesanal donde se cocina con gas o carbón al momento carnes, mariscos, pescados, verduras, legumbres, sopas, guisos y pinchitos de todo tipo a la parrilla, salteados al wok o en ollas de diferentes tamaños y formas. A ello se le suman exquisitos e impensables sabores de zumos naturales exóticos. No se vende alcohol.
Estos puestos o carros ambulantes forman mediante una cuidada planificación pequeños mercados con estrechos pasillos para poder andar y comer en perfecta formación para que cada cual pueda vender su delicatessen callejera. De esta forma el público puede elegir una ‘tapa’ en cualquier puesto, mezclarla con otra y hacerse su propio menú favorito al instante. Dado que son pequeñas porciones se pueden comer directamente en los pequeños recipientes de plástico que facilitan los vendedores con la comidas o envueltos en hojas de platanera o coco en algunas ocasiones.
La organización de estos mercados se ha convertido en poco tiempo en una auténtica explosión gastronómica en Bangkok y en los destinos turísticos y los Walking Street Markets proliferan por doquier junto a los Night Markets o en zonas del centro de la ciudad que se están reconvirtiendo para albergar este nueva forma sencilla, barata, exquisita y limpia de comer rápido y rico.
Es sorprendente la calidad y la inmediatez con la que se preparan estos pequeños y exquisitos bocados al momento y de forma artesanal. En ellos participa normalmente parte de una familia y se puede encontrar a una abuela cocinando sus recetas ancestrales, la hija pelando verduras, el marido ayudando con la parrilla y los nietos vendiendo el producto. Esta idiosincrasia permite una subsistencia familiar, garantiza una excelente y fresca comida y en ocasiones un turista puede probar un delicioso pinchito de pollo o cordero, sushi, zumo, postres típicos o incluso una porción de insectos fritos que jamás soñó probar por menos de un euro.
Algunos mercados en Bangkok están más organizados y tienen una sencilla zona común de pequeñas mesas y sillas donde cenar tranquilamente tras haber elegido, en cada puesto, su ‘tapa asiática’ favorita. Entre los más populares de la capital tailandesa están el Silon Soi, Yaowarat (Chinatown), Bang Rak Market, Kho San Road, Praturan Market, Night Train Market, Sukhumvit Soi 38, Charoen Krung and Bangrak, donde hay puestos especializados en comida callejera que recomiendan revistas de gastronomía de alta cocina del sudeste asiático.