Ibiza es uno de los destinos costeros más bonitos del Mediterráneo. Cada verano acoge a miles de turistas que buscan en ella sus rincones más mágicos.
A pesar de poder encontrar lugares maravillosos en coche o bicicleta, no hay mejor manera de hacerse con las vistas y calas más escondidas que en barco. Porque, ¿cómo sería Cala Mastella vista desde una embarcación? O, ¿cuál debe ser la sensación de entrar, poco a poco, desde el mar en la pequeña y cerrada Cala Es Portitxol?
Otra gran experiencia puede ser la de acercarse en barco, un domingo por la tarde, a Benirrás, hechizado por la música de los tambores y demás instrumentos que animan la llegada de la noche. Y hablando de magia, hay un lugar que toda embarcación debe visitar: Es Vedrà. Ya sean las historias que la rodean o la teoría de que, junto al Peñón de Ifach y la costa sureste de Mallorca, forma el Triángulo del Silencio, pero es una excursión que merece mucho la pena.