La barcelonesa Elisabeth Ollé Curiel, que expone en la Galería Alcolea de la Vía Púnica, ha ganado recientemente el primer premio de pintura dle Wynwood juried show summer edition 2017 en Miami.
Artista polivalente entiende la vida como una lucha constante entre la vida interior de las personas, dominada por las emociones y la vida real dominada por las obligaciones.
Quizás sea por esa razón por la que Curiel se refugia en el arte para vivir, «el arte para mí siempre ha sido la clave para no caer en el vacío existencial y en el dolor».
Huérfana de madre desde muy jovencita, encontró en su padre y en la pintura la estabilidad y el sentido de la vida. Considera su trabajo y el de muchos artistas a los que admira como vital para poder comprender el mundo en el que vivimos.
«El arte ha sido para mí la clave para no caer en el vacío existencial y en el dolor»
Su arte envolvente, dinámico y alegre trata de dar cobijo a los que huyen de si mismos. Es un auto retrato psicológico constante tal y como afirma.
Elisabeth Ollé reconoce que como ella muchas otras personas usan el arte como terapia, no solo para el que lo crea sino también para el que lo admira, «he reconvertido desde muy niña el dolor en joya, en colores, alegría, expresividad y refugio también para otros».