Una vez acabado el desfile de los participantes de este año de Futur Adlib, se presentaron dos colecciones más. La primera, la de Alfonso Sánchez, vencedor de la primera edición de este certamen para jóvenes y el trabajo, en segundo lugar, de la alumna de la Escola d’Arts, Yolanda Correyero.
Dos ejemplos de creadores noveles que si siguen trabajando con la misma creatividad y técnica compartirán, en muy poco tiempo, espacio con los diseñadores «consagrados» de Adlib. Vienen pisando fuerte y supondrán un revulsivo al diseño elaborado en la isla. Sánchez dejó el listón muy alto en la pasada edición. Por su parte, la alumna de la Escola d’Arts escogió una línea de trabajo clásica en Adlib y que poco a poco ha ido desapareciendo. De las diseñadoras históricas que trabajaban exquisitamente la piel y la napa, queda en el barrio de la Marina, Christine Astruc.
Alfonso Sánchez presentó un trabajo muy diferente al del año pasado. Para ‘Bandera Blanca’ que se llama la colección, creó un estampado basado en los collarets y le otorgó el protagonismo en vestidos confeccionados en telas ligeras y finas.
Mucho blanco con algunos toques de color. Homenaje al constumbrismo ibicenco, con vestidos con grandes volúmenes, líneas trapeizodiales y ovaladas , acentuándolas con un efecto globo en las prendas.
Este diseñador que busca la libertad y la belleza en sus prendas mostró sus vestidos acompañados de senallons, pequeños bolsos, tocados y una bisutería colorista y de gran tamaño. Su desfile trajo nuevos aires creativos a la pasarela y demostró una gran calidad técnica.
Yolanda Correyero, tutelada por la profesora de la escuela, María Ferrer Ramón, presentó una colección confeccionada en cuero y ante. Con las flappers como inspiración, redibujó a estas mujeres que en los años 20 decidieron apostar por la comodidad en sus ropajes y empezaron a acortar el largo de las faldas.
Este espíritu de libertad que comparte con el concepto de moda Adlib, sirvió como homenaje a estas mujeres que fueron pioneras en la lucha feminista hace 100 años.
Por primera vez, una alumna de la Escola d’Arts utiliza el cuero y el ante como materia protagonista de su colección. Vestidos de patrón clásico, en los que utiliza los blancos y los ocres para definir su estilo. Piezas magistralmente confeccionadas y que dejaron una huella muy positiva de esta diseñadora en su primer desfile sobre una pasarela.
La primera sesión de este Adlib de 2018 mostró que la moda de la isla cuenta con sucesores y con un prometedor futuro.
Natalia Martínez Nieto
«Inspiración folk con toques lenceros. Vestidos elaborados con mezclas de tela creando un patchwork con líneas fluídas y con movimiento. Utiliza mucho color y lo combina con cortes sobrios y clásicos. Colección ecléctica y valiente».
Paloma Ojea
«Las piedras de Marés como fuente de inspiración, los tonos, las ondulaciones, los claro oscuros, quedan patentes en el trabajo. Estampados que juegan con colores ocres y blancos mezclados con líneas de nivel cartográficas y las coordenadas geográficas de la isla».
Carmen Vidal
«Homenaje a la Posidonia. El blanco Adlib se une a los tonos verdosos y marrones de la planta. Incrustaciones de perlas jugando con los degradados de los colores. Algodones, napa, tejidos suaves y ligeros para una colección acertada y bien trabajada».