Con 6.800 ramas de griffinias, 250 orquídeas, 170 girasoles, casi 100 kilos de hiedra y otras plantas como olivos, buganvilla, lavanda o Pitus Porum, la vistosidad de la pasarela de la Moda Adlib 2016 estaba garantizada.
Pero el alma de todo el proyecto, quien dio vida a un escenario sin precedentes en la isla fue el decorador Toni Riera. Está muy contento, orgulloso por el trabajo conseguido:
«Estoy encantado con el trabajo, pero lo que realmente me ha sorprendido es el maravilloso equipo que tiene el Recinto Ferial.Son todos súper profesionales, nos entendimos al instante y todo salió perfecto».
En la pasarela (de 27 metros lineales y 20 metros cuadrados de escenario) del 10 de junio, el fondo era negro, con dos olivos «limpios». «El sábado todo cambió. El fondo negro dejó paso a un panel de flores impresionante, y los olivos se llenaron de orquídeas y velas», afirma el decorador.
Los podencos que cedió PiArt fueron otro de los grandes atractivos de la decoración. Riera afirma: «Son una pasada. Es que además tienen expresión. La perra parecía que miraba al perro como queriendo camelarlo, y el perro tenía pinta de decir ‘¡Aquí hay tomate!’. Muy divertido». Quienes conocen el Recinto Ferial saben que no suele tener un sonido excepcional, pero para esta ocasión se consiguió mediante «cuñas y abanicos que absorbían el sonido». «El año que viene prometo más».