Su extraordinaria e incomparable sencillez en el trato, la forma de expresarse y su forma de ser y vestir esconde a una gran filántropo y un audaz hombre de negocios que le encanta mantener una relación cercana con sus trabajadores. Renzo Rosso (1955 Brugine) es propietario de un imperio de moda en Italia y medio mundo con marcas como Diesel, Marni, Maison Margiela, Net-a-Porter, el vino de pequeña producción y gran calidad Bianco di Rosso, del que se muestra muy orgulloso; la marca de comida biológica NaturaSI, tiendas, hoteles, restaurantes y magníficas propiedades en su ciudad natal Brugine y Bassano di Grappa en el Veneto italiano.
Vive en Bassano, una preciosa pequeña ciudad de Vicenza en el Veneto de Italia
Es un lugar maravilloso. Se está convirtiendo en una ciudad joven y abierta a la noche, los bares están abiertos hasta las doce, hay música en vivo y cada vez viene más gente del los alrededores. La energía de la ciudad es muy interesante sobre todo en verano. Vivo cerca del famoso puente antiguo y ahí tenemos un pequeño museo donde puedes ver las réplicas de los puentes. Cada vez que vuelvo del trabajo a mi preciosa casa, que data de 1700, me siento como un príncipe, soy muy feliz viviendo ahí. La particularidad de esta casa es que está en medio de la ciudad, se pueden ver este tipo de palacetes fuera de la ciudad, pero no dentro.
Solo tiene un dormitorio en su casa de campo. ¿Por alguna razón especial?
Es una casa que solo tiene un dormitorio y la uso solo en ocasiones especiales. Está situada en un lugar magnífico en el que producimos vino. Querían vender el terreno y construir, pensé que si lo compraba lo mantendría en su estado natural y ahora es un oasis verde en medio de una zona industrial donde la gente puede pasear, correr y hacer deporte, está abierto al público, hay animales salvajes y mucha vegetación.
¿Está orgulloso de su producción de vino?
Recogemos la uva de diferentes maneras, primero del centro y después de los lados. Las depositamos en diferentes barricas, el trabajo final de los productores es mezclar. La calidad es muy buena. El vino se llama ‘Bianco di Rosso’.
Y Ibiza es como su casa en verano. ¿Qué le gusta es panicular?
Lo que realmente me gusta es que se puede vivir a distintos niveles. Me encanta la gente, lo internacional que es, puedo encontrarme amigos de todo el mundo, trabajar, tener reuniones de empresa y contactos. El mar y la comida son fantásticos y la vida es increíble. Vengo con mis hijas y ellas pueden salir a divertirse mientras yo voy con amigos de mi edad a cenar y disfrutar de la noche un rato, no muy tarde. Soy una persona sencilla a la que le gusta tener una buena relación con la gente con la que trabajo y con los que están a mí alrededor. Cuando mejor relación tengas con tus trabajadores mejor irá el negocio.
«Me gusta tener buena relación con la gente que trabajo y los que están a mi alrededor»
¿La moda cambia demasiado rápido hoy en día?
Cambia cada 6 meses. Así que sale una colección nueva y con ello tienes que probar una vez más que sigues vivo. Es una industria que te mantiene joven de mente porque tienes que reinventarte cada 6 meses, fijarte en lo que hace otra gente y ver que demanda el mercado. El último año ha sido más duro con el trabajo digital, el 25% de la venta de Diesel es ya on-line, hemos empezado a cerrar las pequeñas tiendas de las ciudades menores porque ya no son rentables.
¿La venta on line está revolucionando esta industria?
Si, estamos reduciendo también el tamaño de las grandes tiendas y las más pequeñas porque el tráfico no es suficiente. Es muy cómodo comprar por Internet porque te permite estar en casa con tu familia, que el género te llegue a tu hogar, te puedas probar la ropa tranquilamente y si no te va bien la devuelves. Es otra manera de trabajar y nos tenemos que acostumbrar a ella. Dependiendo del nivel y la orientación de la marca se trabaja de una manera u otra. Por ejemplo con nuestra marca Maison Margiela, que es ropa más exclusiva, no se puede trabajar mediante el see now, buy now (lo veo, lo compro) pero en el caso de Diesel, que es más comercial sí. La vida va muy rápido, si un influencer lo lleva la gente lo quiere ya, si no lo tienes disponible se olvida y has perdido la venta.
¿El consumidor se he convertido en el rey de la moda?
Hoy en día todo gira alrededor del consumidor, puesto que es el que decide lo que quiere. Sobre todo ahora es importante estar en contacto con los millenials que son muy consumistas, las generaciones anteriores todavía se toman la molestia de ir de tiendas y pueden esperar si no hay algo en stock. Las generaciones anteriores son más leales a una marca, a los millenials no les importa nada, compran lo que quieren, lo que ven y ya está.
Los diseñadores defienden la idea de crear colecciones con más frecuencia y rapidez para evitar las copias y no llegar tarde al mercado¿esto significa un cambio de ruta en la industria?
Ahora producimos cada tres meses, fabricamos la pre-colección, la colección principal y pequeñas colecciones cápsula con estrellas como hicimos para Diesel con Naomi Campbell. Así que al final tienes 6 ó 7 colecciones al año.
¿Cree que usted democratiza la moda con sus marcas?
Soy un hombre democrático y leal aunque no siempre se puede ser democrático en los negocios. Cuando se crea un vestido de John Galliano para Margiela, una de mis marcas más exclusivas, tiene una historia, unas ideas que tienen un coste y esto no te permite democratizar. Mis otras marcas como Diesel sí lo permiten.
Crecí en vaqueros, Diesel es la marca que fundé y es mi bebé.
¿Se ha puesto al frente de la creatividad de Diesel para reconducir la marca ante los nuevos retos del mercado?
En estos momentos estoy muy involucrado en la marca Diesel, considero que he sido muy valiente y loco en muchos aspectos porque con Diesel hay que arriesgar y ser diferente. Diesel ha cambiado el mundo de la publicidad, de la moda y las formas de presentar un producto, pero los últimos ocho años he estado dedicado a hacer crecer otras marcas y Diesel perdió un poco la esencia cool que la caracterizaba porque la llevaba más un ‘encargado’. Ahora estoy muy centrado en esta marca y dirigiendo al diseñador y este año hemos logrado la mejor colección que ha hecho nunca Diesel, ha quedado espectacular. Esto me ha hecho muy feliz porque veo el nuevo producto y disfruto. Hemos llevado a cabo un trabajo de reorganización ya que había mucha gente y nadie decidía.Era muy necesario.
¿Cómo logró montar su imperio de moda?
Tras el éxito de Diesel compré otras marcas como Marni, Mansión Margiela, etcétera, hoteles, restaurantes y una compañía de comida biológico muy grande en Italia llamada NaturaSi. Me encanta ir a la granja donde se producen los productos y ver a la gente joven trabajando con ilusión, me abre la mente. Además estamos en Net-a-Porter que es la compañía de lujo on-line más importante del mundo y somos un grupo que vende 5.6 billones.
¿Qué le parece que la gente joven se pruebe las prendas en las tiendas y luego compre el producto on line?
Es otro canal, da lo mismo. Lo importante es que el cliente esté contento, en el caso de Estados Unidos tienes la opción multi channel, somos unas de las cinco mejores marcas que presta este servicio. No importa si compras un producto en la tienda propia de la marca, on line o en unos grandes almacenes como Bloomingdale, ya que puedes comprarlo, cambiarlo o devolverlo en cualquier lado. Es solo cuestión de quien devuelve el dinero pero controlamos mucho este tema. En la mayoría de ocasiones pasa al revés, el cliente mira en Internet lo que se lleva y después va a la tienda a comprarlo.
«Es muy cómodo comprar en internet desde tu casa, con tu familia, probar las prendas tranquilamente y devolverlas si no te van bien»
Pese a su éxito como empresario es una persona a la que le gusta mucho ayudar a la gente a través de sus fundaciones.
Creo que es una cuestión de educación. Mi padre me inculcó los valores de la vida. Esto no se encuentra hoy en día en los jóvenes. Si le doy la palabra o la mano a alguien es de por vida. Valoro mucho la dignidad de las personas, es lo que me inculcó mi padre y pienso que es algo normal. Crecí en una granja, era un ambiente muy agradable y era normal ayudarse unos a otros. Empecé a hacer obras de caridad sin mostrar quien era porque no quería que la gente pensara que hacía caridad para hacerme ver. Soy amigo del Dalai Lama, cada año que viene a Europa nos encontramos. Él me dijo que era erróneo hacer donaciones sin mostrar quien eres. Me convenció en crear una fundación y así lo hice. Me dijo que si lo hacía con visibilidad habría mucha otra gente que me podía seguir. Empecé con la fundación en el 2002-2003.
¿Es usted budista?
No, tengo una educación católica recibida de mis padres pero trabajo con gente de todo el mundo, de diferente educación, cultura, religión y actitud. He hecho una mezcla de todo esto y mi religión es ser positivo y estar bien con los demás. No creo en la reencarnación ni nada de eso.
Hábleme de su fundación.
Tengo una fundación pero desde ahí se desvía a muchas cosas. Una es África donde hemos creado un pueblo para 20.000 personas, un colegio y ayudado en la agricultura. Ya he afirmado en algunas entrevistas que la caridad no siempre tiene que costar dinero sino que depende de ti y de tu tiempo, a veces con tus ideas puedes ayudar muchísimo. Se trata de usar las buenas ideas para cosas positivas. Por ejemplo, recogemos la comida de restaurantes y se la damos a los refugiados que están en la frontera. De esta manera se ayuda a mucha gente y no supone un coste ya que esa comida se iba a tirar a la basura.
«La moda es una industria que te mantiene joven de mente porque has de reinventarte cada seis meses»
¿También restaura patrimonio en su entorno?
En la sede principal de la compañía somos 1.000 personas. También trabajamos en restaurar los monumentos de nuestra ciudad. Me encanta la gente de Venecia y hemos restaurado muchos monumentos allí, ayudado a crear puestos de trabajo en la industria, en la limpieza de la ciudad y hemos financiado asistencia a los ancianos. Estamos en la zona, ya que es un área vecina, recibimos mucho de ellos y nos gusta ayudarles de vuelta.
Sé que no le gusta hablar de política, pero considera que España, Italia y los países del Sur de Europa en general están viviendo momentos tan difíciles como nos cuentan.
La política actual es muy extraña ya que seguimos teniendo políticos que no quieren dejar su silla y quieren controlarlo todo, y tenemos las nuevas generaciones que quieren cambiar las cosas. De este modo surgen los conflictos y es complicado ir en una dirección. En Inglaterra ha sucedido con el Brexit y en Italia no sabemos quien puede ganar. Por un lado está Berlusconi y por otro hay cinco ‘destacables’ que se pelean constantemente entre sí. La gente habla pero no pasa nada. En el caso de Estados Unidos hay una reacción de la gente joven y de la era digital, diciendo ‘Despertad’.
¿Estados Unidos se ha convertido en un problema para el empresario europeo?
Estados Unidos es un problema en si mismo, el turismo y la industria de la moda han bajado muchísimo, no hay tráfico ni gente. Con el actual presidente quizá crezca la economía global pero está haciendo mucho daño a nivel internacional. No soy político ni tengo una bola de cristal para conocer el futuro pero puedo asegurar que no es una situación fácil. Con el Brexit y la salida del Reino Unido de Europa todo se complica. Mucha gente se situaba en Londres y Reino Unido porque era un lugar accesible, con una burocracia fácil, con 21 % de impuestos, nada comparado con lo que pagamos en Italia. Sin embargo, mucha gente está volviendo.
«Las generaciones anteriores eran más fieles a la marcas. a los ‘millenials’ no les importan»
¿Qué sueña?
Soy un hombre muy positivo. Sueño con un mundo mejor. Mi mejor amigo era un Dj que se hizo muy famoso en MTV y ahora trabaja para la televisión y tiene una empresa en el mundo digital. Ayer charlamos sobre la mafia y cosas raras que pasan. Considero que la tecnología digital puede hacer que el mundo sea más transparente y más limpio. Ahora todo el mundo puede ver y saber lo que estás haciendo, cualquier fiesta, manifestación o guerra puede ser comunicada en cualquier momento. No se cuanto tardará pero con los años éste será un mundo más puro y bueno. Soy positivo, pienso que esteplaneta merece ser mejor. Tenemos que transmitir este valor a nuestros hijos: un mundo mejor es posible.
¿Tiene una idea de cómo hacer esto?
A título personal ayudo a la gente que está a mi alrededor con mis acciones, ideas y mi contribución. Cuando realizo obras solidarias quiero ser un buen ejemplo para los demás que me siguen, y gracias a esta entrevista puedo guiar e influenciar a otras personas para que hagan lo mismo. De este modo, entre todos podemos conseguir crear un mundo mejor.