Inicio <i class="fa fa-chevron-circle-right" aria-hidden="true"></i> «Qué hombres» los de 1966, cuando se publicó esta publicidad. <i class="fa fa-square" aria-hidden="true"></i> ¿Quién no recuerda a Soberano, esa cosa de hombres que compraban sus abnegadas y obnubiladas mujeres? <i class="fa fa-chevron-circle-right" aria-hidden="true"></i> «Qué hombres» los de 1966, cuando se publicó esta publicidad. <i class="fa fa-square" aria-hidden="true"></i> ¿Quién no recuerda a Soberano, esa cosa de hombres que compraban sus abnegadas y obnubiladas mujeres?

«Qué hombres» los de 1966, cuando se publicó esta publicidad. ¿Quién no recuerda a Soberano, esa cosa de hombres que compraban sus abnegadas y obnubiladas mujeres?

<i class="fa fa-chevron-circle-right" aria-hidden="true"></i> Las señoras podían utilizar este gran invento para secar la ropa en 1964.
<i class="fa fa-chevron-circle-right" aria-hidden="true"></i> La acreditada Corsetería Catalana de Palma ofrecía así sus productos en 1910. <i class="fa fa-square" aria-hidden="true"></i> Las tiendas de moda y textil también se dirigían a ellas