Las bodas encorsetadas, donde todo era pompa y tiempos medidos, están desapareciendo cada vez más rápido de la escena actual. Al menos sí en Ibiza y Formentera. En la vertiente gastronómica, esta tendencia se observa en la extensión del momento del cóctel (para aquellos que sí se deciden por el banquete) y en la apuesta por una cena servida a modo de catering, con estaciones gastronómicas internacionales que permiten un contacto constante y directo de los invitados.
En muchos países europeos y en norteamérica se ha puesto de moda celebrar food trucks, caterings que se sirven en camiones, caravanas o furgonetas callejeras. Redecorados para la ocasión, estos vehículos se convierten en cocinas andantes que, instaladas en jardines o terrazas, dan un toque original y muy diferente. Una moda que probablemente no tarde en asentarse en las Pitiüses, donde los espacios al aire libre son tan agradables y singulares.
Otra opción en auge son los caterings distribuidos en estaciones gastronómicas, que pueden ser temáticas o de diferentes países, como el servicio que ofrece el equipo de Sa Brisa Gastro Bar & Catering: «Buscamos la sorpresa, y la conseguimos con presentaciones distintas tanto de la comida como de la decoración». Gastronomía asiática, mediterránea, árabe, americana… Diversos estilos culinarios, entre los que no falta el corte profesional del jamón, que pueden degustarse en un ambiente distendido, charlando con unos y con otros durante toda la celebración.
«Es muy habitual presentar un aperitivo largo con estaciones al aire libre (cada vez más demandadas), entrante principal, postre y tarta nupcial», afirman desde Atzaró.
Más cóctel, menos banquete
Quienes continúan prefiriendo banquetes con menús cerrados, que evolucionan con más pequeños bocados cargados de creatividad, también dan cada vez más importancia al cóctel. «Es un instante especial e informal donde el aperitivo ameniza un momento de fraternidad para los invitados —comentan desde la cocina de Invisa Hoteles—. Es imprescindible». Y es que es el primer encuentro de todos los invitados ya en ambiente distendido, y el momento en el que la cocina del establecimiento puede explayarse más y sorprender con pequeños bocados a los invitados.
La creatividad es una constante en los menús de bodas, y la presentación es un valor esencial. «La presentación de los platos es para nosotros uno de los aspectos más importantes en cualquier evento», apuntan desde Ibiza Gran Hotel. Todos coinciden en que el modo de servir una receta es clave para su aceptación. «La comida entra por los ojos», opinan en Ibiza Corso Hotel & Spa, mientras que en Invisa Hoteles apelan a «todos los sentidos»: «un plato, además de suculento, tiene que tener atractivo visual, sobre todo en esos días tan señalados».
Creatividad con producto local
La apuesta por el producto local, tanto del mar como de la tierra, está cada vez más patente en las cocinas de la isla. Su valor, calidad y frescura convierten a pescados, frutas y hortalizas de las Pitiüses en manjares idóneos para la elaboración de cualquier receta. Ibiza Gran Hotel, por ejemplo, destaca que en sus cócteles presentan «recetas de cocina internacional elaboradas con productos kilómetro cero». «Intentamos utilizar productos originarios de la tierra con un toque actual», afirman desde Invisa Hoteles, una máxima que también comparten en otros alojamientos de la isla como Can Curreu, fiel al producto de máxima calidad de las islas.