La Navidad es sinónimo de alegría, fiesta y grandes celebraciones familiares o con amigos reunidos en torno a los manteles de lujo caseros o de restaurantes para disfrutar y saborear los mejores manjares y bebidas del año. En estas sonadas fechas corre a raudales el vino, el cava y los champanes junto a bebidas alcohólicas de mayor graduación denominadas ‘espirituosos’, más aptas para rematar las fiestas.
El alcohol en sus diferentes sabores y formatos es el elemento que da mayor brillo a la fiesta y eleva el ánimo de la celebración, por ello tradicionalmente las marcas nacionales e internacionales presentan sus mejores productos de consumo en la recta final del año. El lujo ha cambiado en la última década la presentación y los formatos de los populares whiskyes, coñacs, ginebras y vodkas que han evolucionado desde la tradicional botella de tres cuartos de litro a los ya populares magnums, botellones y grandes formatos de hasta 18 litros en lujosas botellas decoradas y revestidas en oro o plata que le dan una mayor sensación de lujo y de regalo extraordinario en muchos casos.
Esta curiosa evolución de los ‘espirituosos’ tiene que ver con el mayor grado de consumo actual de bebidas alcohólicas destinadas al consumo humano con cualidades organolépticas particulares y con una graduación mínima de 15%vol, en la mayoría de los casos.
Las nuevas marcas de lujo en vino, champanes, vodkas y recientemente en ginebra y tequilas han revolucionado el concepto de bebida, regalo y sobre todo, del precio. Una botella del lujoso champanes Armand de Brignac, más conocido como el ‘As de Espadas’, con envase de estaño dorado puede costar una fortuna, lo mismo que un Cristal de Louis Roederer o un Dom Pérignon de Moët et Chandon. El tamaño si que importa en las botellas de gran formato como el popular magnun (1,5 litros), el jérobeam (3 litros), mathusalem (6 litros), salmazar (9 litros) o el balthazar de 12 litros de capacidad. El salto siguiente al nabuchodonosor (18 litros) es ya muy importante por su peso y forma de servir.
Los grandes almacenes y tiendas especializadas decoran sus escaparates y estanterías con nuevos y atractivos productos de consumo navideño que invitan a soñar con una divertida noche de lujo y alcohol lo cuál ha propiciado la aparición de múltiples marcas que compiten en un mercado de moda y de lujo.
Bebidas como el gin (ginebra) se han convertido en objeto de culto de la mano de la moda y el culto al gin-tonic, un clásico combinado de origen británico que está plagando de nuevos sabores, tamaños, marcas y formatos las tiendas especializadas con productos más refinados, elaborados y lógicamente, mucho más caros.
El tequila es otro de los espirituosos que gana adeptos a raíz del consumo de populares cantantes o estrellas de cine como George Clooney, que tiene su propio tequila, junto a otros millonarios amigos. En las estanterías también han aparecido viejos licores y bebidas con nuevas etiquetas u otras que mantienen el encanto vintage de su presentación original.
El precio también ha subido como la espuma en estos nuevos productos que nos traen la ilusión y la efervescencia de la fiesta navideña.