El mercado inmobiliario de Ibiza está «muy fuerte», dado el gran interés que está suscitando la isla en otros países, tanto como lugar de vacaciones como epicentro de sus inversiones. Los agentes inmobiliarios ibicencos se convierten a veces en auténticos guías turísticos. Ante la gran demanda de propiedades por parte de extranjeros que buscan una vivienda en la isla, los profesionales deben mostrar los encantos de una Ibiza que cuenta con una gran oferta adaptada a muy diferentes gustos… y bolsillos.
Ingleses, alemanes, holandeses, franceses, belgas y suizos son los extranjeros que más están comprando en Ibiza, según los agentes consultados. A estas nacionalidades ‘habituales’, se están sumando otros perfiles de clientes que provienen de Estados Unidos, Canadá e incluso Australia, según la directora de Ibiza Country Villas, Mila González. El gerente de Stirling Ackroyd Ibiza, Gert-Jan Oepkes destaca el repunte del mercado holandés: «Desde hace unos 3 ó 4 años, los holandeses se están interesando muchísimo por Ibiza. ¿La razón? Pienso que se debe a que muchos famosos se han instalado aquí, lo que ha dado mucha repercusión a la isla en Holanda». El incremento de los servicios de alto nivel (hoteles, restaurantes, establecimientos comerciales, transportes de lujo…), el aumento de profesionalización en los diferentes sectores y la proliferación de amarres en los puertos deportivos de la isla han servicio de gancho para un turista medio-alto del norte de Europa, especialmente, que quiere tener casa en Ibiza. «De nuestras ventas, un 70% son viviendas vacacionales, pero también hay muchas personas de fuera que, gracias a Internet, pueden trabajar desde casa, y se asientan en la isla», añade Oepkes. Y es que Ibiza sigue siendo un destino soñado por muchos, gracias también a su buena climatología durante todo el año.
La reactivación del mercado
La crisis también llegó a Ibiza, al margen de lo que muchos piensen, pero es cierto que se notó mucho menos que en otros mercados nacionales e internacionales. «Desde hace un año y medio, la actividad inmobiliaria ha resurgido, ha habido un importante crecimiento», reconoce Víctor Van Den Driessche, de Prestige Properties.
Respecto a las demandas más habituales de los clientes, los agentes coinciden en que se trata de propiedades entre 800.000 y 2 ó 3 millones de euros, aunque la oferta está diversificada y también son habituales las segundas viviendas por valores que rondan los 600.000 euros.
«Actualmente tenemos peticiones de todo tipo: desde casas payesas reformadas de entre 2 y 3 millones de euros hasta casas en el campo de entre 800.000 y un millón de euros, pasando por otras viviendas de 400.000 a 600.000 euros», agrega Van Den Driessche. Por su parte, René Heinz, de Gould Heinz & Lang Porperty Consultants, afirma que sus clientes se están interesando por villas de entre 3 y 4,5 millones de euros, «y este año incluso de más de seis millones».
Los precios se disparan
La directora de Ibiza Country Villas, Mila González, afirma que con el incremento de actividad se ha producido también un claro aumento de los precios. «Ibiza está muy de moda entre personas de alto poder adquisitivo —afirma González—. Además, cada vez hay menos suelo para construir, existe la posibilidad de comprar viviendas para destinarlas a alquileres turísticos que ofrecen rendimiento económico, y otros destinos que podrían competir con la isla han pasado su ciclo, como Marbella o la Costa Azul».
Aitor Fernández, de Inmobiliaria Cecilio, está de acuerdo con la recuperación del mercado y explica cómo está repercutiendo la ‘moda’ de Ibiza en la actividad inmobiliaria: «Considero que a día de hoy el mercado se ha recuperado por varios factores: el boom que vive Ibiza a nivel mundial gracias al turismo, que los alquileres se han convertido en un lujo, un gran negocio, y esto hace que los inversores estén comprando viviendas para dedicarlas a alquiler turístico».
Los agentes consultados coinciden en que los extranjeros ven ahora mismo la marca ‘Ibiza’ como un valor seguro, por lo que destinan buenas inversiones a la compra de viviendas. «Esto puede alargarse, al menos diez años más», opina Gert-Jan Oepkes.
Interés por el interior
Lo que más buscan los extranjeros que quieren comprar en Ibiza, según René Heinz, es «una casa con vistas al mar, de más de un millón de euros». Esta es la demanda general, pero existen otras corrientes que se interesan por el interior de la isla, en la zona de Santa Gertrudis, o en el norte, para disfrutar de la tranquilidad que brinda la naturaleza ibicenca sin necesidad de contar con la presencia del mar.
Precisamente en el interior existen fincas antiguas a reformar que también cuentan con muchos adeptos: inversores que convierten casas payesas tradicionales en lujosas viviendas con todos las comodidades y últimas tendencias en diseño. De este modo se plasma esa falta de terrenos con licencia para construir, una tendencia que ya se está observando desde hace varios años en la remodelación de hoteles.
La primera línea de mar de Santa Eulària, en la que no hay ostentosos edificios, también está cobrando valor últimamente. Muchos extranjeros quieren comprar en esta zona apartamentos «sencillos», según René Heinz, en los que «el lujo es el lugar». Una vez adquirida la vivienda, los nuevos propietarios la someten a intensas remodelaciones que convierten la sencillez en opulencia.
Terrenos con licencia
Encontrar un terreno con licencia para construir es una tarea cada vez más complicada. Por ello, los que existen están muy cotizados, especialmente en zonas como Santa Gertrudis o Sant Llorenç, según René Heinz. «Nadie sabe cómo se va a desarrollar la ley urbanística en el futuro, así que muchos clientes quieren comprar un terreno en el que poder construir su propia vivienda», completa el profesional inmobiliario, quien afirma que «ya nadie compra terrenos sin licencia».