Ibiza y Formentera continúan a la cabeza en la celebración de bodas en Europa. Un destino próximo, un clima cálido y una profesionalización cada vez mayor del sector son las tres claves que convierten a estas dos pequeñas islas en paraísos nupciales para los enamorados que buscan una celebración más que especial.
Los británicos siguen siendo unos apasionados de las Pitiüses (de hecho, han duplicado sus llegadas al aeropuerto de Ibiza en los meses de invierno), por lo que son probablemente el mercado internacional más importante en la celebración de bodas. Huyendo de la climatología inestable y persiguiendo el sol, la arena blanca y el Mediterráneo, centenares de parejas inglesas se decantan por estas islas cada temporada. ¿Sus escenarios preferidos? Normalmente, hoteles, restaurantes o lujosos beach clubs al borde del mar (tienen gran oferta para elegir), pero también agroturismos que, sin tener vistas al Mediterráneo, conservan toda la esencia de Ibiza.
Británicos y holandeses, cada vez se decantan más por Ibiza y Formentera para dar el ‘sí, quiero’
El mercado holandés está adquiriendo cada vez más peso en el sector de bodas y eventos. Desde hace unos años, esta tendencia se observa en diversos ámbitos (como, por ejemplo, en la actividad inmobiliaria o la dirección de negocios de hostelería), y la celebración de enlaces no queda atrás. También ellos buscan las cálidas temperaturas y el atractivo Mediterráneo, pero no olvidan el estilo de vida tranquilo de los días fusionado con la frenética actividad de las noches.
Italia, aunque bella, también deja escapar a muchas parejas que quieren dar el ‘sí, quiero’ en las Pitiüses. Suelen ser fieles visitantes de las islas que, en la búsqueda de una ceremonia especial, quieren desplazar a sus allegados a un marco excepcional para que les acompañen en su gran día. Y siempre suele ser un éxito.
El mercado nacional también es cada vez más fiel a las ceremonias en las Pitiüses. Muchas son personas que han veraneado aquí desde su infancia, pero también hay quienes han descubierto las islas en pareja y desean sellar aquí su compromiso.
Es esencial tener muy en cuenta a los residentes que se casan en las Pitiüses tanto en el recuento de bodas como en la actividad de todo el sector que las rodea. «Las parejas de aquí invierten mucho dinero en celebrar su boda —expresa María Jesús, propietaria de J.Ribas Moda—. Cuando personas de fuera se casan aquí, muchas veces traen los trajes comprados de sus países de origen y otros servicios que tampoco revierten en la isla. Sin embargo, los novios locales generan mucho movimiento en todos los negocios ibicencos». En su larga experiencia, confirma que a los novios o invitados de fuera solo les vende «algún complemento que se han olvidado».
Las parejas, sean de la nacionalidad que sean, buscan originalidad en todos los aspectos de la boda
Enlaces originales
Si en algo coinciden todos los profesionales que trabajan en torno a la planificación de bodas es que los novios, siempre, buscan ser únicos y originales en su gran día. «Cada cliente es un mundo, y nos adaptamos completamente a sus preferencias. Somos totalmente flexibles», afirman desde Ibiza Gran Hotel, conscientes de que el éxito en la celebración está muy ligado a la personalización de cada detalle.
«En primer lugar intentamos conocer las necesidades y gustos de los novios», explican desde Ibiza Corso Hotel & Spa. Paso previo imprescindible para poder acertar en la planificación. «Cada boda tiene su ‘algo’ especial. Por ello, todas y cada una de las bodas que organizamos la preparamos como si fuera única y la recordamos singularmente», apuntan desde Invisa Hoteles.
En este sentido, la figura del wedding planner está adquiriendo notoriedad, y gran parte de los establecimientos disponen de una persona u equipo para orientar a los novios. Los organizadores son esenciales en dos sentidos: por un lado, para aquellas personas que residen fuera de las islas y necesitan un enlace para contratar los servicios; por otro, que cada vez hay más opciones en todas las vertientes de la boda: desde el vestuario y el estilismo de los novios hasta los detalles de la decoración, el modo de celebrar la ceremonia, los menús, los detalles del cóctel… Un sinfín de posibilidades ante las que los novios pueden perderse.
¿Qué es lo que más les trae de cabeza? Para varios organizadores, una de las tareas más complicadas (un clásico) es disponer a los invitados en las mesas, así como la decoración («porque todos quieren ser únicos», matizan desde Invisa Hoteles).