El próximo 11 de abril, la empresa se someterá a la auditoria que le otorgará el certificado PEFC. Significa la adopción de un esquema de certificación voluntario que aporta plenas garantías acerca de la procedencia y sostenibilidad de la madera, trazando con plena seguridad el suministro desde bosques gestionados de forma sostenible. Así, Maderas Planells se posiciona como empresa líder en cuanto al compromiso medioambiental, y completa el ciclo de certificaciones voluntarias que comenzó en 2007 con la implantación de la norma ISO 9001 y continuó con la ISO 14001 en 2013.
¿Qué requisitos debe cumplir un bosque pare tener la certificación PEFC?
—Para que un bosque o un monte esté certificado, se debe ejecutar el aprovechamiento forestal de acuerdo a unos requisitos que garantizan la sostenibilidad de la gestión, considerando factores ambientales, sociales y económicos. También se garantiza la conservación de suelos forestales, del ciclo hidrológico y se potencia la función de sumidero de CO2 de las superficies forestales. Por último, cabe destacar que los esquemas de certificación forestal salvaguardan los derechos de poblaciones nativas, en cuanto a derecho a la propiedad de los bienes forestales y derechos de los trabajadores, muy importante en zonas con cierta conflictividad, como Sudamérica o África Central.
¿Qué beneficios tiene certificar un bosque?
—Mayores garantías de conservación del ecosistema forestal, protegiendo, por ejemplo, la biodiversidad, pero también fomentando el papel de motor económico y generación de empleo del bosque en zonas rurales con pocas posibilidades de desarrollo.
¿Existe mucha venta de madera ilegal?
—En la actualidad, se puede afirmar que la gran mayoría de madera que se consume en Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia, etc. presenta legalidad, tanto en el origen como en el comercio asociado hasta que llega al consumidor final. Esto es así debido al compromiso de las diferentes instituciones y el desarrollo de legislación específica al respecto. No obstante, no debemos olvidar que el comercio ilegal de la madera existe, presentando una importancia económica más elevada de la que podemos imaginar, y tiene vínculos con otras modalidades del crimen organizado. En este sentido, el consumidor final debe exigir garantías de legalidad de la madera y, ante esto, la madera con certificación forestal, cumple sobradamente con las exigencias del consumidor.
¿Por qué este año para lograr la certificación?
—No nos habíamos certificado, a pesar de que llevo años detrás, en primer lugar porque seremos los primeros en Balears y esto conlleva a que la cadena de custodia y la trazabilidad del esquema de certificación se termina conmigo, puesto que no hay ningún carpintero o trasformador de madera en Balears que pueda fabricar un producto de madera certificado. Al final tomé una decisión: ya que somos los profesionales de madera, debemos ser los que promuevan el consumo responsable y debemos de dar ejemplo y animar a que otras empresas se certifiquen.
De cara a los profesionales, ¿qué otros beneficios puede tener el consumo de madera certificada?
—Es una idea colectiva que el consumo de productos forestales contribuye a la deforestación mundial, lo cual es totalmente falso: una gestión forestal sostenible garantiza la preservación del bosque, precisamente, por el valor que aporta a la sociedad. En este sentido, la utilización de madera certificada aporta al usuario final plenas garantías acerca de su sostenibilidad y, al profesional (arquitecto, prescriptor, contratista), desarrollar su actividad con plenas garantías legales y dar cumplimiento a las políticas de contratación verde tanto públicas como privadas.
Respecto a la actividad de Maderas Planells, ¿cuáles son sus principales productos?
—Principalmente distribuimos maderas aserradas, nacionales y de importación. Un porcentaje muy alto de toda la madera que comercializamos proviene de bosques gestionados de forma sostenible, reconocidos a través del sello PEFC o de otros esquemas de certificación forestal. También comercializamos maderas, tableros y productos derivados de la madera.
¿Han tenido complicaciones a la hora de lograr estos certificados?
—Fue muy sencillo lograr la 14001, ya que el propio consumo de la madera ya contribuye con el medio ambiente. La madera es un almacén de CO2. Los bosques consumen CO2 y expulsan oxígeno. Al cortar un árbol, el CO2, se queda permanentemente almacenado en la madera. Por ello, a mayor consumo de madera, más potenciamos la función de sumidero de carbono de los bosques y más beneficios ambientales, a escala global, tenemos. Es importante recordar que en los bosques maduros, se invierte lo comentado anteriormente: se expulsa más CO2 del que se capta, aunque se sigue produciendo oxígeno; por ello, necesitamos masas forestales productivas, que necesiten CO2 para crecer; y esto sólo se consigue con políticas de gestión forestal activa y sostenible, por supuesto.
¿Qué le recomendarías a quienes vayan a comprar madera o algún producto de madera?
—Que se exija que este certificado. Con ello se premia a los propietarios que certifican los bosques y se contribuye a la conservación del medioambiente, tan necesario en los tiempos actuales.
¿Qué recomendaciones le harías a los consumidores de madera?
—Que consuman madera, de forma general. Es un material que se ha utilizado tradicionalmente y es el único, junto a la piedra, que ha demostrado su perdurabilidad a través de los siglos. Y, dentro del consumo de madera, sí les recomendaría que exigiesen productos certificados, para tener garantías de sostenibilidad y como premio a todos aquellos propietarios y agentes económicos implicados en la cadena de distribución. En resumen, que consuman madera y productos derivados. Es el material del siglo XXI.