Sofía es una perrita poco convencional. Los nueve años que cumplirá en abril le han valido para ganarse el cariño no solo de su propietario, Toni Riera Campos, sino de todo el que toma contacto con ella. «Es un encanto», pronuncia Riera con el orgullo de un padre.
Sofía (Sofi) es casi de la realeza. Debe su nombre al nacimiento de la entonces infanta, el 29 de abril de 2007. Es una perrita muy, muy mimada que luce joyas de Cartier, bolsos de Gucci y prendas de Louis Vuitton. «Son todo regalos», explica Toni Riera, quien asegura que él ‘sólo’ le compró un botón de oro payés cuando tenía un añito.
La joya de Cartier llegó de la mano de un magnate ruso que celebró el cumpleaños de su hija en la isla, un evento que decoró Riera. «Se enamoró de la perrita y me la quería comprar. Le dije que no, y me dijo que todo tiene un precio», recuerda Toni Riera, quien respondió a las peticiones del magnate con un: «Cuando tú pongas precio a tu hija, yo se lo pondré a Sofía». Al cabo de unos días, para agradecer el trabajo que había hecho decorando su fiesta, le entregaron un gran sobre de Cartier «para la perrita». «Fue un súper regalo».
Otra joya que luce Sofía en las grandes ocasiones es una esmeralda que era de Marujita Díaz. «Marujita era muy amiga mía, y tenía un perrito que se llama Chimpún, muy amigo de Sofía», expresa el decorador ibicenco. Los joyeros Molina Cuevas se quedaron con Chimpún cuando falleció Marujita, y después regalaron a ‘Sofi’ la esmeralda.
Toni Riera baña a Sofía cada 15 días con los mejores champús y le aplica cremas de primera. «También la lavo con manzanilla. Tiene un pelo especial».
Un cariño muy merecido
La perrita Sofía está muy mimada, sí, pero se gana a pulso día a día todo el cariño que le brindan. «La llevo a todas partes: a misa, a las procesiones, a museos, a mis viajes…», comenta Toni Riera, quien confiesa que visitó con ‘Sofi’ el Museo del Prado. «La colé bajo mi abrigo, y cuando la vio un guarda de seguridad y me llamó la atención, dije que me habían dejado entrar con ella y salí rápidamente», ríe el decorador ibicenco.
«Yo soy muy payés, pero ella es una lady», expresa divertido Toni Riera,
quien considera a su perrita toda una modelo y tiene hasta «expresividad». «Yo no entiendo lo que pasa con esta perra, es humana». Y es que sabe comportarse a la perfección en cualquier contexto, obedeciendo a un ‘amo’ que nunca la ha adiestrado. «Todo esto ha nacido de ella».