La inagotable creatividad del pintor jerezano Willie Márquez, afincado en Ibiza desde hace dos décadas, ha vuelto a sorprender a sus seguidores y amigos con su última exposición en El Hotel Pacha, donde ha presentado la evolución de su nueva obra que consagra el estilo caligráfico de sus pinturas, que cuelgan ya en cientos de mansiones, hogares y en las instalaciones del Hotel Nobu Ibiza Bay y El Hotel Pacha.
La trayectoria de Márquez está intrínsecamente ligada a la caligrafía, de la que el autor ha hecho su máximo signo de expresión artística. Esta ha estado siempre presente en su obra escrita, llena de mensajes y equilibrios entre la mancha y el color, que le han acompañado paulatinamente conservando un equilibrio de formas en diferentes formatos. Willie ha conseguido posicionar su reconocible y particular estilo de caligrafía como un lenguaje propio que entabla un diálogo con los que observan su obra.
Márquez reúne a un centenar de amigos y famosos en la presentación de su obra de color y caligrafía
En esta nueva muestra de grandes formatos Márquez ha transformado la escritura en una pincelada más del cuadro, restándole importancia al sentido de la palabra y el mensaje y otorgándosela a su parte estética con fondos que integran y aportan sentido y contenido a la obra. De esta forma, convierte el lienzo en un lugar donde componer y crear pequeños mundos de mancha, caligrafía y color.
Márquez, además de artista es su mejor relaciones públicas, y reúne en sus eventos a su legión de amigos, famosos, personajes, empresarios y otros pintores y fotógrafos como quedó patente en la fiesta de apertura de su muestra. Entre ellos Ricardo Urgell, Daniel y Montse Klein, Daniel Busturia, José Pascual, Alicia de Amador, Alejandra Navarro y los artistas Cayetana Guillén Cuervo, Massiel, Olga Andrino, Toni Riera, Romy Querol, Esmeralda Martín y Omar Ayyasshi.
La fiesta inaugural contó con una inusitada suelta de mariposas papilio macaon desde una caja fría en las que las cría la empresa ‘Las mariposas de Ibiza’. El propio Márquez abrió la pequeña caja desde donde volaron hacia la tarraza e interior de El Bar de El Hotel Pacha, posándose en la piel o la ropa de los asistentes y llamando poderosamente la atención de los atónitos invitados. Mientras las mariposas revoloteaban, el anfitrión presentó su obra y el maridaje de arte y gastronomía que acompaña sus inauguraciones.