El color rojo es el rey de la Navidad. Papá Noel va ganando posiciones frente a los Reyes Magos, y el tono de su traje es todo un símbolo en estas fechas tan remarcadas. En la carpa navideña de la plaza Antoni Albert y Nieto, la que tradicionalmente se instalaba en Vara de Rey, los villancicos no dejan de sonar y el personaje del Polo Norte aparece en cada rincón.
Nada más entrar, a la izquierda, en uno de los puestos más llamativos de este pequeño mundo navideño, un cartel reza ‘Frohe Weihnachten’, felicitando las fiestas en alemán. En sus múltiples estanterías, cientos de bolas navideñas de todos los colores muestran sus brillos, combinadas con un sinfín de estrellas, muñecos de nieve y ‘papás’ Noel en todas las formas posibles. El personaje bonachón trepa por una cuerda, permanece tranquilamente sentado en un escalón o sonríe mientras carga un saco.
María Cruz se interesa por los grandes calcetines que cuelgan de la parte de arriba del puestecillo. «A mis hijos les encanta encontrar allí alguna pequeña sorpresa», comenta, y reconoce que, con el paso de los años, se ha hecho más devota de Papá Noel que de los Reyes Magos.
Este mercadillo es el lugar perfecto para encontrar el árbol de Navidad que más se adapte a nuestros gustos: los hay de todos los tamaños, colores y formas, y muchos los venden ya perfectamente decorados. Según un comerciante, los clientes los prefieren así «por comodidad».
Sin embargo, quienes ya tengan el árbol o quieran decorarlo a su gusto, encuentran en diferentes espacios unos ornamentos ideales: estrellas, corazones o campanillas de purpurina o pequeños elementos de madera que están ganando cada vez más adeptos por esa esencia rústica que aportan al hogar.
Otro de los puestos más originales es el de los belenes ibicencos. Creados en barro, simulan la típica (y esta vez sí, local) estampa navideña del Portal de Belén con una payesa y un payés ataviados con indumentaria tradicional. Decenas (si no cientos) de figuras permanecen a la espera de que algún cliente se las lleve a su casa para integrarse en la decoración navideña, aportando un toque artesanal único. Quienes lo prefieran, pueden adquirir otras pequeñas obras que simulan ser colmados de la isla o puestecillos en el mercado, entre otros.
Bisutería, bolsos o pequeñas decoraciones infantiles hechas a mano, un puesto de alimentos elaborado de forma artesanal en la isla, lápices solidarios y otros pequeños detalles completan las propuestas de este mercadillo navideño que estará instalado hasta el 23 de diciembre entre las 11 y las 22 horas.
En Formentera también se ha instalado el Mercat de Nadal en la plaza Sant Francesc, donde varios artesanos presentan pequeños objetos ideales para tener un detalle con amigos o familiares de todas las edades. Todo bajo las luces navideñas, lo que aporta esa mágica esencia de este mes de diciembre.
En Sant Antoni, el 17 de diciembre comienza el Mercado Solidario en la carpa del Passeig de ses Fonts. Entidades solidarias, asociaciones, entidades benéficas sin ánimo de lucro y las Apimas del municipio ofrecerán productos artesanales para recaudar fondos y continuar ejerciendo sus diversas actividades. Quienes quieran participar pueden inscribirse hasta el 14 de diciembre en el registro de entrada del Ayuntamiento.