Es uno de los aciertos más prácticos y rentables de las últimas acciones de la promoción turística de la isla de Ibiza en las ferias internacionales. El estand independiente de la Pitiusa mayor es un claro ejemplo de cómo optimizar los recursos propios, siendo aún escasos, para lograr un respaldo institucional y empresarial que sitúe la marca ‘Ibiza’ en el lugar que le corresponde como destino turístico mundial en el contexto de las ferias internacionales.
Desde que Ibiza dio el gran paso adelante de presentar su oferta promocional de forma independiente -en ocasiones junto a Formentera-, ha quedado patente que fue una decisión más que acertada y con ello ha logrado dos cosas fundamentales: Mayor y mejor visibilidad para los profesionales y el público en las ferias y mayor atractivo como destino. Atrás quedan los tiempos en que el espacio de Ibiza quedaba escondido o relegado a un rincón de un pasillo trasero en el pabellón de las Illes Balears y las continuas protestas de las autoridades locales.
La situación de Ibiza es ahora envidiada por su vistosidad, sentido práctico y el ambiente alegre y divertido que se destila en su espacio acotado, salpicado de moda Adlib, gastronomía, degustación de vinos y licores, mercadillos hippies y actuaciones musicales en ocasiones. A tenor de lo visto en la feria berlinesa con los espacios de las islas hermanas, Ibiza ha ganado prestigio, potencia como marca y espectativa ante sus competidores directos. Solo falta contar con más espacio para realizar las presentaciones de las instituciones locales y no tener que acudir al estand de Mallorca donde no se valora la marca como corresponde.