Los implantes y la ortodoncia son los tratamientos más frecuentes a los que se someten los pacientes en las clínicas españolas, según coinciden los expertos y tal como lo acreditan diversos estudios, como el de Clínicas Millenium Dental. Este informe refleja que en el año 2012, la ortodoncia y los implantes eran los tratamientos odontológicos más frecuentes en España, ya que acumulan el 47% y el 21% respectivamente del total de tratamientos recomendados por los profesionales.
Sobre estos dos tratamientos, el Consejo General de Dentistas, la organización colegial de dentistas de España, ha elaborado un informe en el que incide en la finalidad, naturaleza, limitaciones y contraindicaciones de estos dos tratamientos.
Un implante es una pequeña pieza alargada con forma de tornillo (también puede ser cilíndrica) de un material biocompatible especial (generalmente titanio) que instalado en los huesos se ‘fusiona’ con éstos al cabo de unas cuantas semanas. Los implantes se comportan como raíces de dientes y permiten, por lo tanto, el anclaje de prótesis o dientes perdidos. Sobre las limitaciones de este tratamiento el Consejo General advierte de que por «causas desconocidas e impredecibles» puede fallar la oseintegración, con lo que el implante se desprende o moviliza y debe ser retirado. La probabilidad de que esto ocurra en los cinco primeros años es menor del 1% en el maxilar inferior y de cerca de un 10% en el maxilar superior, especialmente en los casos de osteoporosis. En caso de perderse el implante, puede colocarse inmediatamente uno nuevo algo más grueso en su mismo lugar. Sobre las contraindicaciones y advertencias, (al margen de las habituales en los casos de intervenciones como las alergias a medicamentos, latex o anestesias) el Consejo General advierte de que el hábito tabáquico perjudica seriamente en la integración oséa de los implantes y que es fundamental una buena higiene oral para que el tratamiento sea un éxito. Por ello, es fundamental un plan de revisiones de mantenimiento cuando el paciente ha recibido un tratamiento de este tipo.
Ortodoncia: finalidad y tipos
Otro de los tratamientos más frecuentes entre los pacientes españoles es la ortodoncia. Este tratamiento tiene distintas finalidades como son la recolocación dentaria, el influir sobre el desarrollo de los maxilares para lograr una mejora de la función, el alineamiento de los dientes para facilitar la colocación de una prótesis o la higiene dental.
El objetivo de la ortodoncia es nivelar los dientes, optimizar su recíproca intercuspidación, evitar disamonías oclusales, modelar el desarollo de los maxilares (sobre todo en el peiodo de crecimiento facial) y mejorar la estética. Previamente el paciente debe someterse a una serie pruebas previas, como son por lo general la las radiografías.
Una vez finalizado el tratamiento activo, podrían producirse pequeñas modificaciones en el resultado esperado debido a factores de desarrollo de los huesos maxilares o de la erupción dentaria. En su informe, el Consejo General también destaca una serie de riesgos probables como son pequeñas rozaduras o molestias en la boca a causa de la aparatología, «para la que es necesaria un tiempo para habituarse». [quote_box_center]El Consejo General advierte de que hay factores «poco controlables» que actúan sobre el tratamiento y por eso recomienda que el paciente debería exponerle al dentista cuales son sus expectativas estéticas para aclarar cuáles son factibles y cuáles no.[/quote_box_center]
Ortodoncia fija o removible
Dentro de la ortodoncia, hay muchas alternativas técnicas de tratamientos. La más habitual es la ortodoncia fija, para casos concretos se usa la ortodoncia removible y, en muchas ocasiones, hay que combinar varios de estos tratamientos. Estos planes varían en función de los casos y pueden cambiar a medida que se está desarrollando. Los pacientes deben saber que la ortodoncia removible, por ejemplo, no permite trasladar los dientes sino solo inclinarlos y que para trasladarlos hace falta la ortodoncia fija.
Entre los riesgos en la colocación de este aparataje, los expertos advierten de que los aparatos removibles pueden obstaculizar el habla y dificultar la pronunciación de lagunos fonemas (sonidos) y que, por su parte, los aparatos fijos linguales (ortodoncia lingual) también pueden producir rozaduras en la lengua y dificultar el habla.