Toni Riera es un decorador atípico. Su inspiración nace en la propia Ibiza, y consigue resultados excepcionales en cada trabajo que realiza. Tanto, que suelen dejar que actúe ‘a su aire’, a pesar de lo exigentes que pueden llegar a ser unos novios que van a celebrar su gran día por todo lo alto. ¿Un dato curioso? Ha oficiado una boda en la película Bombay Goa Express, que se estrena este mes de mayo. «Fue una experiencia muy, muy divertida», ríe Toni Riera, siempre acompañado de su fiel perrita Sofía.
—¿Qué se lleva este año en la decoración de bodas?
—La combinación de verdes con diferentes plantas y cristales. Este año estoy haciendo estructuras aéreas con cascadas de plantas que son espectaculares.
—¿De qué tipo de plantas hablamos?
—Las cascadas de helechos y orquídeas quedan genial. Pero también utilizo hiedras, pilistras, ficus, musgos… Mucha hoja, en definitiva.
—¿Y las flores?
—La peonia y la cala son maravillosas.
—¿También se encarga de crear el ramo de la novia?
—Sí, las novias dan un valor fundamental al ramo, no sé por qué. Es curioso que, sean de la nacionalidad y de la religión que sean, consideran el ramo un elemento muy simbólico, y nunca falta en ninguna boda. Para hacer el ramo, siempre veo el vestido y conozco los gustos de la novia.
—Volviendo a la decoración en sí: el año pasado se decantaba más por los temas marineros, con algún toque vintage, ¿qué aporta su nueva visión de la decoración de bodas?
—Esta nueva propuesta de contraste de verdes naturales queda ideal con el fondo del mar, combinada con telas en blanco y la iluminación de las velas, otro factor importantísimo para mí. Puedes preparar una decoración muy bonita que no luzca nada sin una iluminación adecuada. Yo he llegado a iluminar el interior de casas en bodas que se han celebrado durante el día.
—¿Qué tipo de telas utiliza para la decoración?
—Gasas, lino y, cada vez más, sedas. Pero no siempre en blanco. Los novios se están cansando de ‘todo en blanco’. En una boda, si los invitados van todos de blanco y vistes todo del mismo color, no destaca nada. En esos casos es mejor decantarse por tonos oscuros. Otro error frecuente es poner la moqueta en blanco, hay que escoger otros tonos cálidos.
—¿Qué es lo más curioso que ha hecho últimamente?
—He oficiado una boda… ¡en una película! Se llama Bombay Goa Express, del director Juan Esterlich. Conozco mucho a su madre. Me pidieron que decorara una casa privada para una boda que se celebraba en Ibiza en la película, y al final acabé oficiándola. Ha sido una experiencia muy divertida. Pedí papeles al ayuntamiento para hacerla lo más verídica posible. Y así fue.
—¿Qué bodas importantes va a decorar esta temporada?
—Tengo cuatro o cinco muy importantes, de alto nivel, de familias judías, de Madrid, de Estados Unidos y de unos mexicanos. Algunos tienen casa aquí y quieren casarse en la isla.
—Y buscan…
—Son bodas a un nivel altísimo. Les encanta celebrarlas al lado del mar, pero es complicado encontrar espacios tan grandes (vienen 400 ó 500 invitados), así que lo que hacen es alquilar casas privadas con grandes jardines y las adaptan a las necesidades de la celebración. Por ejemplo, en jardines que tienen diferentes alturas, se instalan plataformas para igualar el terreno y poder instalar las mesas. Es espectacular lo que se llega a hacer.
—¿Cuánto dinero se pueden gastar, a este nivel, las parejas que se casan en la isla?
—No podría decirte una cantidad, pero sí que no hay límites.
—¿Algún ejemplo de ostentación?
—Un cliente quería que toda la cubertería fuera de oro, para 60 comensales. Aquí no había una cubertería así, por lo que la trajeron desde Londres. También trajeron la cristalería de Francia. Es solo uno de los muchos caprichos que he visto.
—Tiene muchos clientes rusos, ¿con qué plazos le encargan los trabajos?
—A veces me llaman por la mañana para una fiesta que tienen por la noche. Así que siempre estoy preparado, y mi cabeza no para de crear. Siempre me gustó crear.