Uno de los días más importantes para un niño es el seis de enero. Una mañana en la que no hacen falta alarmas repetidas para despertar a los más pequeños de la casa. No hay sábanas que pesen ni dolores de tripa que puedan aguantar a un niño en la cama más tarde de las siete de la mañana.
Una vez en pie, la carrera hasta el dormitorio de los padres para que despierten es escandalosa a la vez que alegre. ¿Quién no quiere abrir sus regalos?
Ya todos despiertos, no hay hambre ni café que pueda sustituir la prioridad del día: abrir los regalos de los Reyes Magos. Entre lazo y papel, las risas invaden el salón al ver que los camellos se bebieron toda el agua y los Reyes Magos todo el cava.
Abrir regalos tiene premio
Este año, Diario de Ibiza convoca un concurso para compartir los mejores momentos entorno a los Reyes Magos. Para participar, bastará con compartir una fotografía con la etiqueta #ReyesMagosDI2019 que muestre cómo se vive la cabalgata en Eivissa o como ha sido el momento del despertar y abrir los regalos. Las mejores fotografías, saldrán en Diario de Ibiza y en la web de diariodeibiza.es. Se recomienda tener el perfil de Instagram público para que Diario de Ibiza pueda ver las fotografías de todos los participantes.
Un plan muy divertido
Los primeros 25 suscriptores digitales de Diario de Ibiza conseguirán tres entradas para el estreno de Circo sobre Agua, a cargo del Circo Alegría, que tendrá lugar el próximo 11 de enero en Ibiza.
Mientras los más pequeños de la casa están felices y desbordados con sus regalos, es momento de desayunar. Las tostadas y el zumo de cada día dejan paso al roscón de Reyes, un roscón que gracias a la capacidad de adaptación está hecho con ingredientes aptos para todos los públicos. Los hay sin lactosa, los hay sin gluten y también los hay sin azúcar o completamente veganos. Sin duda, un gran paso para que todas las personas a quienes les gusta este tradicional dulce, puedan disfrutarlo.
El resto de la mañana, los más pequeños disfrutarán de sus regalos y estarán entretenidos jugando y compartiendo todo aquello que los Reyes Magos les han dejado en casa. Pasadas unas horas, cuando se cansen (porque se cansarán y querrán dejar sus juguetes a un lado durante unas horas) llegará el momento de la película. ¿Por qué no improvisar un cine en casa? Bastará con bajar las persianas, preparar palomitas y montar con cojines y mantas los sillones en el suelo.
Las películas son, sin duda, una manera de entretener a los más pequeños durante las horas previas a la cena mientras sus pulsaciones bajan para tranquilizarse de cara a la noche. Los habrá que prefieren estar fuera jugando, pero ahora que el sol se va temprano, no hay nada mejor que huir del frío con una buena sesión de cine en familia.
Para los más activos, también se puede preparar un taller con los lazos, papeles y demás elementos que envolvían los regalos. Así, más allá de jugar, conocerán la importancia de reciclar y reutilizar los materiales.