El perfil mandibular es una parte del cuerpo que preocupa a mucha gente. De hecho, no es necesario tener uno kilos de más para tener la molesta papada incómoda y difícil de quitar. Hay gente delgada que la tiene, o gente que adelgaza de otras partes del cuerpo sin problema, pero no de esta, ya que es una grasa especialmente difícil de eliminar.
Hasta ahora, la única forma de deshacerse de la papada era sometiéndose a una liposucción de la zona en una intervención quirúrgica. En la actualidad, esta situación va a cambiar gracias a un novedoso tratamiento que acaba de introducir Eiviestetic, mediante el cual, con pequeñas inyecciones y en pocas sesiones, es posible redefinir el arco mandibular y con excelentes resultados.
¿En qué consiste?
El tratamiento funciona disolviendo la grasa de la papada mediante microinyecciones en sesiones de unos 30 minutos. Según el tipo de papada, la cantidad de sesiones puede variar de dos a tres. Es el único tratamiento inyectable, no quirúrgico y mínimamente invasivo capaz de acabar con la grasa de la papada y reducir la flacidez que suele quedar después.
El producto que se inyecta es una versión sintética del ácido desoxicólico (que imita al natural) y que cuando entra en contacto con la zona subcutánea disuelve cualquier célula grasa.
Otros tratamientos consiguen vaciar la zona, pero no son efectivos a largo plazo. En cambio, éste cuenta con la gran ventaja de que es definitivo, el paciente no tendrá que repetir el proceso. Una vez destruida esta grasa, no volverá a aparecer.
Un tratamiento seguro
Es una zona delicada, y hay que tener ciertas precauciones, pero es un tratamiento muy seguro porque alrededor de esa zona se marcan unas pautas muy sencillas. Las agujas que se utilizan son muy finas y profundizan solamente hasta la zona de la grasa.
Es importante saber que el tratamiento va enfocado a la eliminación de la grasa, pero no del exceso de piel. Es decir, que no estaría indicado para aquellas personas que tienen una papada formada por piel flácida a causa de la edad, u otros motivos. La base del triunfo de este tratamiento es la indicación. «Antes de realizar las inyecciones hacemos una valoración de la cantidad de grasa que hay y dónde está ubicada, a qué profundidad, etc.», explica el doctor Ángel María Gálvez.
En cuanto a la edad, no es importante: «Cualquier persona puede someterse al tratamiento siempre y cuando cumpla con los requisitos para que el producto se eficaz (que la papada sea de grasa y no de piel básicamente). Y, por supuesto, que el paciente no tenga alergia al producto y que la indicación sea la correcta», añade el especialista.