Cuando se acerca la cita para una revisión dental, entran los nervios y esa extraña sensación que invade el cuerpo. ¿Fobia al dentista? ¿Miedo a las agujas? ¿Angustia al pensar en el sonido que emiten algunas de las herramientas que se usan en las clínicas dentales?
Es importante conocer todo lo que aporta, a nuestra salud, visitar periódicamente al dentista y el dolor que puede ahorrar para perderle el miedo a quienes consiguen, con sus manos y su conocimiento, sonrisas sanas, blancas y brillantes.
Hay quienes posponen de manera indefinida su visita al dentista porque el precio es demasiado elevado, pero son esos pacientes quienes, a largo plazo, sufren lesiones y enfermedades más caras de solucionar. Otros no quieren ir porque afirman que «visitar al dentista duele», pero son ellos mismos quienes sufren el verdadero dolor de una caries que llega hasta el nervio. Incluso, los que creen tener más cuidado con su higiene dental posponen su limpieza bucal anual porque se cepillan los dientes tres veces al día. Es importante saber que una gran parte de la placa bacteriana no se quita con el cepillado diario.
Un 14% de los pacientes españoles acuden a una clínica dental con fines estéticos
A pesar de estas barreras, en 2017, un 51% de las clínicas dentales en España vio más pacientes que el año anterior. Este aumento se traduce en que el 39% de ellas facturó menos de 250.000 euros, un 37% facturó entre 250.000 y 500.000 euros, un 18% entre 500.000 y un millón y un 6% facturó más de un millón de euros.
Quizás esta fobia está extendida, pero poco a poco, el miedo se va perdiendo y la decisión de querer mantener una salud bucodental es una tendencia que va cogiendo fuerza.
El año pasado, solo en España, casi un 50% de los pacientes que visitaron una clínica dental, lo hicieron tras años de haber descuidado su salud bucodental. A ello se suma que, casi un 20% lo hizo por una urgencia dental.
Ante una tendencia positiva, todavía son pocos, solo un 16%, los que acuden de manera periódica al dentista para mantener una salud e higene bucodental.
Los beneficios de tener un buen cuidado de la boca son visibles a corto y largo plazo. Por un lado, mostrar una sonrisa bonita es sinónimo de llevar una dieta equilibrada, de tener una higiene dental correcta. Llevar una higiene dental correcta no significa cepillarse los dientes después de cada comida o dejar de tomar café, sino también hacerse una limpieza profesional al menos una vez al año, cepillarse correctamente los dientes y enjuagarse con la ayuda de un colutorio.
Por otro lado, hay un 14% de los pacientes en España que acuden a una clínica dental con fines estéticos, para resolver necesidades más psicológicas y sociales que objetivas.
La OMS define la salud como «un estado completo de bienestar físico, mental y social que no consiste únicamente en la ausencia de enfermedad», así que en ese aspecto, la estética dental agrupa desde tratamientos tradicionales que repercuten de manera positiva en la apariencia del paciente a otros tratamientos más específicos como el blanqueamiento de dientes o las carillas, cuyo único objetivo es la mejora estética del paciente.
La tecnología
A medida que pasan los años, la innovación y las nuevas tecnologías llegan a todos los sectores. La salud es un gran ejemplo, donde la renovación constante de las herramientas y aparatos para la detección y cura de enfermedades es muy notable.
En ese aspecto, un equipo de bioingenieros de la Universidad de Harvard descubrió hace cuatro años que aplicando láser de baja potencia se podían activar las células madre para que éstas fabricasen nuevo tejido. Dos años más tarde, en 2016, se hablaba del efecto del láser como bactericida en los microorganismos de la cavidad bucal. Ese mismo año, se fabricó la primera impresora 3D en España para satisfacer las necesidades de la salud bucodental.
El pasado mes de enero, concretamente los días 19 y 20, tuvo lugar en Sevilla el VI Congreso Nacional de Odontología Digital. El evento, organizado por la Sociedad Española de Odontología Computarizada (SOCE) y al que asistieron 500 profesionales del sector, analizó temas como la planificación digital quirúrgica, la realidad aumentada y virtual, la implantología digital, blanqueamientos dentales. Sin duda, un claro ejemplo como las innovaciones en este sector van de la mano de la tecnología.
El debate giró sobre diferentes cuestiones como cuál es la tecnología más útil de las que se están implementando actualmente en las consultas. Cirugía guiada, últimos avances y complicaciones, el flujo digital en clínicas y laboratorios, radiología 3D y su aplicación en endondoncia fueron algunos de los temas tratados durante los dos días de congreso por más de 30 ponentes a través de 20 ponencias y 14 talleres.
El futuro de la tecnología
El evento también reservó un espacio para las jóvenes promesas de la Odontología digital. Esperanza Gross, Antonio Meaños y Mercedes Robles, estudiantes del master de Odontología restauradora basado en las nuevas tecnologías de la Universidad Complutense de Madrid, fueron los tres ganadores de las comunicaciones científicas de sus trabajos de master.
La tecnología mejora los procesos y la experiencia del paciente durante la visita
El encuentro, presidido por el doctor Rafael Martínez de Fuentes, profesor de Prótesis de la Universidad de Sevilla, presentó algunas de las últimas novededes como las vídeogafas de realidad aumentada que, controladas a través de un mando, permite leer, ver películas o consultar el correo electrónico mientras el paciente recibe el tratamiento.
Sin duda, uno de los muchos ejemplos que demuestran que el sector investiga e innova para facilitar el trabajo, minorizar el impacto del paciente y, al fin y al cabo, generar una mejor experiencia en ese momento tan temido por algunos: la visita al dentista.
Adiós a los dientes metales
Otro claro ejemplo de progreso en esta disciplina médica es el material usado para fabricar las prótesis dentales. Entre los metales pesados más perjudiciales para la salud podemos encontrar el mercurio, uno de los elementos de la fórmula del amalgama de los empastes. Concretamente un 50% de su composición es mercurio.
Al masticar la comida, se sueltan los iones de mercurio y estos son absorbidos por la saliva y llevados a través del sistema digestivo hasta la sangre, lo que provoca un aumento del nivel de mercurio. Debido a que el hígado, los riñones, la bilis y el corazón, son los órganos de filtro de tóxicos de la sangre, es ahí principalmente dónde se almacena el metal tóxico del amalgama.
Ante esta inquietud, los avances tecnológicos han fomentado que actualmente se usen biomateriales totalmente novedosos. Gracias a esta innovación, se pueden eliminar los metales de la boca.
La cerámica o el circonio son algunos de los nuevos materiales que se emplean. Este mismo lunes se informó que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) están desarrollando biomateriales dentales con nanopartículas que ayudarán a mejorar las prótesis dentales y su vida útil.
Está claro que cuando se trata de evolucionar y mejorar la calidad de vida, la experiencia del paciente y, al fin y al cabo, su salud bucodental, la investigación no tiene fin y, lo que hoy es una novedad, mañana será el punto del que partió un investigador para desarrollar un nuevo cambio.