Los rituales de las ceremonias de los enlaces matrimoniales difieren mucho en la forma y en el fondo según las costumbres religiosas y civiles de los contrayentes y de sus países y costumbres. Las bodas en la India, por ejemplo, son grandes celebraciones de varios días a las que asisten familiares y amigos para concelebrar el acto matrimonial según el rito hindú que difiere totalmente del occidental o del tradicional español.
Los rituales se diferencian notablemente en función de la religión, la familia o la casta de los novios y han evolucionado con los tiempos modernos. Los hindúes otorgan una gran importancia a los matrimonios y las ceremonias suelen ser muy coloridas y duran varios días como la celebrada por los jóvenes Meera Shad y Prashant Maek recientemente en Ibiza. El enlace sorprendió a muchos de los invitados británicos y de otros países y a todo el personal local que colaboró y trabajó los tres días de festejos por su vistosidad, pulcritud y organización.
La espectacular ceremonia nupcial tuvo lugar bajo una cúpula revestida por miles de rosas de colores pastel
La espectacularidad de los actos, los bailes tradicionales que interpretaron amigos y familiares, el colorido de los vestidos tradicionales de hombre y mujer, la decoración de los distintos espacios donde se celebraron los actos festivos y las creaciones florales que adornaron la ceremonia nupcial fueron todo un espectáculo para amigos y familiares.
Una de los elementos que más llamó la atención fue la instalación del altar en forma de cúpula importado directamente de la India junto a otros elementos decorativos y de gastronomía. El altar se situó según el rito en el jardín y cerca del mar en medio de una explanada que permitía la visibilidad a los 600 invitados que acudieron al acto. La estructura de la cúpula fue cubierta por miles de rosas en tonos pasteles y lilas en perfecta armonía con los trajes de los contrayentes.
El rito hindú de casamiento es diferente según la religión, la familia y la casta de los contrayentes
La ceremonia nupcial fue impartida por un sacerdote bajo la cúpula en la que actuaron a modo de padrinos, damas de honor y testigos los padres y hermanos de los contrayentes. El rito hindú contempla varias formas como el samskara (confianza sagrada), el ritual del fuego de los siete círculos alrededor del fuego (saptapadi), donde la novia gira siete veces alrededor antes de permitir que sus ojos se encuentren con los del novio simboliza la promesa de caminar juntos y enfrentarse unidos a la vida. Antes de terminar la ceremonia, el novio aplica un polvo rojo sobre el pelo de la novia para marcar que ahora es una mujer casada. Luego llega el intercambio de collares de flores, así como la entrega de frutas y flores benditas por parte del oficiante a los novios en señal de fertilidad. Todo ello acompañado con los rezos y cánticos en sánscrito del sacerdote y la lectura de varios pasajes religiosos.
El traje tradicional de Meera, la novia, era de dos piezas con velo en tonos rojos, beige y oro y fue diseñado por un famoso modista indio. La elaboración y bordados del mismo conllevó seis meses de trabajo de varias modistas. La lluvia presente durante todo el día estuvo a punto de arruinar el espectáculo del enlace, aunque ya se había previsto un altar alternativo dentro del hotel. Afortunadamente a la hora prevista para el enlace paró de llover y la ceremonia se celebró con normalidad.
Una vez convertidos en marido y mujer Meera y Prashant departieron con los presentes con los que se fotografiaron antes de retirarse a su suite, mientras que los invitados disfrutaron de una comida típica de las calles de las ciudades indias, denominada street food, en el comedor principal del hotel, decorado igualmente con miles de rosas en toso pasteles.
En los diferentes eventos que acompañaron al enlace intervinieron más de 50 cocineros hindús bajo la batuta del famoso chef Punet Sikand, 35 floristeros de toda España, 30 peluqueras y maquilladoras llegadas de Londres y músicos, cantantes y performances indios que amenizaron los bailes tradicionales y las actuaciones en el restaurante cabaret Lío y en Heart Ibiza.
En la organización global del evento participaron más de 200 personas y los expertos apuntan a una inversión global de más de seis millones de euros en la semana de estancia de los 600 invitados que acudieron de diferentes lugares del mundo.