Mantener contacto con los animales, sean propios o ajenos, produce importantes beneficios en la salud de las personas avalados por estudios científicos internacionales. Desde la simple acción de acariciar a un perro hasta montar a caballo ayudan a la socialización, fomentan el autocontrol de las emociones, potencian la confianza y desarrollan la empatía, entre otros beneficios.
«Acariciar a tu perro te baja las pulsaciones, tiene un efecto relajante», afirma el veterinario Fernando Ribas, quien subraya también los beneficios físicos de tener este animal como mascota. «Salir tres veces al día y caminar tres kilómetros con el perro es muy bueno, especialmente para personas mayores -afirma Ribas-. Cuando llegas cansado de trabajar… Dedícale 10 ó 15 minutos a tu perro para salir a pasear, ya verás cómo desconectas. Deja en casa el móvil, olvídate del ordenador y la tele». El veterinario agrega: «Tengo una responsabilidad con el perro, pero también tengo un beneficio para mí. Salgo, hago ejercicio y me relaciono con otras personas».
Estudios internacionales indican que el trato con los animales mejoran el desarrollo de las personas
Esta afirmación puede comprobarse en los parques caninos que se han ido poniendo en marcha en la isla, donde personas de todas las edades se encuentran y charlan mientras sus mascotas corren y se relacionan (mejorando su socialización: la del animal y la de la persona). También existen grupos de personas que, especialmente durante los meses de invierno, quedan los fines de semana para pasear conjuntamente a sus perros, realizando excursiones que les mantienen en contacto con la naturaleza.
Mejor desarrollo del niño
Muchos niños piden a sus padres tener una mascota en casa, ya sea un perro, un hámster, un gato, una tortuga o un pájaro. Tener un animal puede resultar muy positivo para el desarrollo del niño, pero es muy importante enseñar a los pequeños que los animales no son un juguete, sino que requieren una serie de cuidados de los que deben responsabilizarse según su edad y posibilidades.
Una vez tomada la decisión, cuando los padres acceden a adoptar un animal, es esencial conocer bien las necesidades de cada uno y escoger según el tiempo que podamos dedicarle. No requiere las mismas atenciones un perro, que debe salir a pasear tres veces al día, que un gato, que no necesita que su propietario le dedique tanto tiempo.
Pasear al perro tiene un efecto de socialización sobre el propio animal pero también en el propietario
Convivir con animales de compañía es positivo para los niños, ya que mejoran su desarrollo psicológico y su personalidad, favoreciendo la empatía con el animal y potenciando su sentido de la responsabilidad.
Tener una mascota puede favorecer también la autoestima del niño y mejorar su desarrollo del lenguaje verbal (mientras hablan y se comunican con el animal), así como interpretar mejor el lenguaje no verbal al observar su comportamiento. Motivación, autoestima y confianza son otros valores que se fomentan con el contacto directo de los niños con los animales.
Equitación y espíritu de equipo
No todo el mundo puede tener un caballo, pero las escuelas de equitación son un lugar perfecto para que niños y mayores mantengan un contacto directo con estos animales que también es muy beneficioso para la salud.