El concepto de boda ha dado un giro de 360 grados en la última década. El encorsetamiento de los enlaces que se organizaban hace años, con ceremonias religiosas y copiosos banquetes con centenares de invitados sentados en un gran salón, se ha transformado para dar lugar a celebraciones más libres, en los que dar el ‘sí, quiero’ es posible casi en cualquier lugar y donde la comida ya no se sirve exclusivamente en la mesa a modo de menú de cuatro o cinco platos, sino presentada en pequeños bocados muy elaborados. Todo, a ser posible, al aire libre. Y qué mejor lugar que un escenario como Ibiza para dar un toque muy especial al evento.
La isla brinda un sinfín de posibilidades, gracias no solo a sus magníficos entornos naturales sino también a la proliferación de profesionales especializados en el ámbito nupcial. Hoteles y agroturismos presentan cada vez más servicios a los novios, que escogen especialmente lugares con impresionantes vistas tanto para la ceremonia como para la posterior cena y fiesta.También fotógrafos, decoradores, floristas, joyeros, diseñadores, estilistas y otros profesionales locales se esmeran a diario para ofrecer una experiencia única no solo a los novios sino también a todos los invitados. Porque, en definitiva, el éxito de la boda depende de que todos se encuentren felices durante el evento.
La forma actual de celebrar las bodas ha dado lugar a nuevas profesiones y especialización en las empresas
La evolución en el modo de celebrar las bodas ha dado lugar a nuevas figuras como el organizador de bodas, que ayuda a los novios a hacer realidad todos sus deseos para su gran día, y a empresas como las de alquiler de mobiliario (sillas, mesas, altares y otros elementos necesarios para la celebración), o las que presentan una caravana que puede servir como punto gastronómico (a modo de estación de cocina), para realizar un photocall o simplemente como un elemento decorativo más en la celebración. Todo con el fin de potenciar la experiencia y llegar al máximo detallismo para adaptarse a los gustos de los novios.
Los novios prefieren celebrar su enlace al aire libre, y escogen fórmulas gastronómicas más dinámicas
Otro aspecto que ha cambiado es que, muchas veces, las bodas van más allá del compromiso, ya que el enlace en sí no está dotado de oficialidad. Las bodas se han convertido en un modo de celebrar la felicidad de los novios con su entorno más próximo (las parejas acotan el número de invitados para lograr bodas más íntimas), de la mano de un maestro de ceremonias que guía y hace más emotiva la unión de la pareja. También es habitual que amigos, padres u otros familiares dediquen a los novios unas palabras de afecto, ¡una ocasión perfecta para decir aquello que habitualmente no se llega a expresar!