De las zonas industriales de la isla, Montecristo es quizá la más privilegiada tanto por sus servicios como por su situación. En una extensión de 350.000 metros cuadrados, en torno a 140 parcelas de entre 1.000 y 2.000 metros sirven de sede a empresas de todo tipo: transportes, alimentación, construcción, estructuras metálicas, reciclajes, talleres, menaje para hostelería… Un pequeño universo que refleja el tejido empresarial de la isla.
La ubicación del polígono, en el municipio de Sant Antoni pero a escasos kilómetros del puerto de Eivissa, es más que beneficiosa para las empresas, que pueden recibir o enviar materiales dentro y fuera de la isla con menos problemas de logística. Además, los accesos son muy cómodos y la distribución de los espacios también: grandes avenidas y calles de un solo sentido para que el tráfico sea fluido y facilitar la carga y descarga de materiales. El polígono cuenta también con una gasolinera, con lo que el repostaje es muy cómodo tanto en las salidas como en las llegadas de camiones.
La crisis ha pasado por Ibiza «de refilón», según José Manuel García Vila, representante del polígono.
La mayor parte de las naves de Montecristo están ocupadas. La incidencia de la crisis económica se ha reflejado en la apertura y cierre de pequeñas empresas en estos últimos años, una situación que es casi anecdótica en este polígono. «En Eivissa la crisis ha pasado de refilón», afirma José Manuel García Vila, de la junta de compensación que gestiona el polígono, quien afirma que a día de hoy no hay apenas movimiento (una nueva empresa ha abierto en el último año). Y es que la mayor parte de las marcas que ‘residen’ en esta zona industrial están más que asentadas.
De hecho, el polígono vive hoy en día una de sus épocas más brillantes desde su creación en el año 2.000. «Hay mucho movimiento y empresas punteras en todos los sectores», explica García Vila, quien destaca la modernidad de esta zona industrial y la extensa trayectoria de la mayor parte de las entidades que hay ubicadas en Montecristo.
Todos los servicios
Las grandes avenidas, los cómodos accesos y los servicios del polígono, sus principales atractivos.
La junta de compensación se encarga de que todo funcione correctamente en el polígono. Los propietarios de los terrenos conforman esta junta, que se responsabiliza de ofrecer servicios imprescindibles para el buen desarrollo de la actividad en la zona: limpieza, jardinería, mantenimiento, iluminación y seguridad.
El tema de la seguridad es esencial en Montecristo, que cuenta con servicio privado para garantizar la supervisión de los negocios de la zona. De este modo, las empresas desarrollan su actividad con mayores garantías.
El importante desarrollo de esta zona industrial llevó al Ayuntamiento de Sant Antoni a plantear la posibilidad de ampliar el polígono (que ocupa una extensión similar a 35 campos de fútbol) en alrededor de 177.000 metros cuadrados. La petición surgía de la necesidad de dar salida a la implantación de nuevos negocios de gran tamaño, pero la propuesta finalmente fue denegada por el consistorio a finales de 2014.