Comandar una embarcación a través de un reloj inteligente, visualizar el fondo marino desde el móvil o recibir un aviso en el teléfono si el ancla se ha movido son algunas de las innovaciones tecnológicas que presenta la 56ª edición del Salón Náutico de Barcelona que se clausura mañana.
Un ejemplo de cómo funcionan los barcos conectados es el Rodman Spirit 31. Este modelo permite, a través de varios sensores y dispositivos, conocer en tiempo real y vía remota diversos parámetros como el nivel y el estado de las baterías, las posibles vías de agua, la temperatura en la sala de máquinas, si hay riesgo de hundimiento por acumulación de agua, o la presencia de personas u objetos en el interior.
Y es que el teléfono móvil se ha convertido en un aliado de la navegación, tanto que permite controlar los motores, la calefacción, el aire acondicionado, la televisión, realizar maniobras de atraque, pilotar la embarcación vía remota, e incluso gobernar la nave a través de un reloj inteligente.
Así, entre las aplicaciones que se pueden ver en el salón destaca SmartBoat que permite consultar a través del móvil o la tableta la localización GPS, los golpes al buque, la batería o las sentinas, junto a otros parámetros de navegación como la velocidad, el rumbo o el viento.
Otra aplicación, EasyPort, ofrece información de los puertos más cercanos, puntos de reparación y mantenimiento de embarcaciones, seguridad o meteorología, entre otros servicios.
La proliferación de nuevas apps también permite también la posibilidad de compartir los datos con los otros usuarios a través de la nube como pueden ser la carta de navegación, la ubicación de los bancos de peces, las calas, las playas o los restaurantes más cercanos, entre otras experiencias.
Con estos avances en electrónica la náutica de recreo es cada vez más cómoda, segura y fácil de gobernar. De hecho, muchas embarcaciones ya incorporan de serie joysticks de última generación que permiten controlar el giro del barco a derecha e izquierda, y el desplazamiento lateral o sobre su eje.
Además de los avances en tecnología el salón náutico de Barcelona acoge unas 700 embarcaciones en exposición tanto en tierra como en agua, entre las que destacan una flota de 21 catamaranes, una de las más importantes que se exhibe en Europa, y una veintena de modelos seleccionados para competir por el título de ‘Mejor Barco Europeo del Año’. También se pueden contemplar 180 barcos de más de 8 metros de eslora, así como todo tipo de productos y servicios náuticos.
Eivissa está representada en el salón con varias empresas de reconocido prestigio que muestran durante estos días sus nuevas embarcaciones así como todo tipo de elementos, servicios y tecnologías para la náutica de recreo.