Hasta los dichos más redichos empiezan a dejar de tener sentido. Vivir para trabajar en vez de trabajar para vivir está cada vez más de moda. ¿Quién lo iba a decir? La «profesión del futuro» y del presente de muchos, no tendría sentido si ellos solamente trabajasen para vivir. Los bloggers han de vivir lo máximo posible para poder trabajar con éxito.
Viajar, ir de compras, comer en muchos restaurantes, reunirse con famosos, vestir ropa de diseñadores, usar cosméticos de todo tipo y sobre todo contarlo, compartirlo, hacer de su atareada y emocionante vida un auténtico reality. Miles e incluso millones de fans esperan con muchas expectativas el siguiente post. No sirve cualquier cosa.
Los internautas puede que sean jóvenes e inexpertos en muchos aspectos de la vida pero en cuanto lo que consumen a través de sus smartphones son muy pero que muy exigentes.
Por su parte los bloggers, sobre todos aquellos que comienzan esta andadura por su cuenta y de cero trabajan las veinticuatro horas del día. Como cualquier emprendedor tienen en sus canales puestas todas sus ilusiones y por eso al principio acaban viviendo para trabajar. Quieren notoriedad y alcanzar el máximo número de fans de la manera más rápida posible con lo que no hay stop.
«Quieren alcanzar el mayor número de fans de la manera más rápida posible. así que para ellos no hay stop»
Así, el increíble fin de semana en un hotel de lujo de una influencer de la nueva pequeña pantalla fue probablemente una larga jornada de shooting en búsqueda de la foto ideal. De la misma manera, el espontáneo vídeo de diez minutos de un youtuber en su habitación contando cómo se hizo las fotos de Instagram imitando a famosos, ha podido llevarle toda una semana de producción.
Pero eso no se ve. Tampoco se ve su estrés, su nerviosismo o su impotencia ante comentarios hirientes, burlas o desprecios. Aunque lo suyo es vender una vida de color de rosa tienen sentimientos. Además, su ego corre un mayor riesgo a sufrir que el de otros profesionales ya que la mayoría de las veces son muy jóvenes y no se forman ni se preparan para lo que les viene.
Ante tanto nuevo bloguero veo imprescindible empezar a divulgar el Know How de esta nueva profesión pues de seguir así nos encontraremos con una juventud engañada, decepcionada y volviendo a recorrer un camino que ya hicieron nuestros antepasados, cuando se vivía para trabajar y no al revés.