Nos toca disfrutar de las aguas cristalinas, del mar en calma, de la intimidad de nuestras playas, de los exquisitos pescados y bullits que ofrecen los restaurantes de Ibiza y Formentera.
Disfrutemos del lujo de vivir en el paraíso porque, dentro de unos días, no muchos, ya será tarde para alquilar un velero con los amigos o para llegar a la cala favorita de la familia y encontrarla desierta.
Hay dos razones más de peso por las cuales es el momento y no hay que esperar.
La primera razón es que de aquí a un par de semanas empezaremos a trabajar como locos y, la segunda, porque además subirán los precios una barbaridad. Ahora que al fin ha llegado el sol pero que parece que los turistas aún no se han enterado, es el momento de visitar la isla vecina y escoger el mejor restaurante para encontrarse con camareros sonrientes, cocineros esmerados y un mar despejado para dejar volar los pensamientos.
Darle la vuelta a la tortilla o ponerle al mal tiempo buena cara, da igual cómo se vea, en definitiva es aprovecharse de la situación en beneficio de uno mismo cuando se puede. Ahora se puede, mañana ya veremos. Los instructores de yoga siempre recomiendan aceptar las situaciones que nos toca vivir para sentirnos en paz con nosotros mismos y con los demás.
«Que quienes apuestan por meter a ibiza y formentera en sus maletas regresen con ellas en el corazón»
Si los primeros días de temporada no han ido todo lo bien que uno espera, lo mejor es aceptarlo y ver la otra cara de la moneda. Esa cara dice que aún nos quedan muchos días por delante, muchas fiestas de apertura, mucho sol y mucha playa, muchos visitantes y clientes que conocer. Personas y familias nuevas están al caer y algunas llegarán para quedarse en nuestra vida por un largo tiempo.
Cada verano nos pasa, solo tenemos que estar abiertos y dispuestos a recibirlos. Están haciendo las maletas, metiendo en ellas sus sueños, su quincena de vacaciones, su viaje de novios, la escapada de la pandilla que hace años que planeaban.
Hagamos entre todos que a la vuelta sus maletas rebosen de días inolvidables, de momentos románticos y de sueños cumplidos.
Que por nosotros no quede. Que quienes apuestan por meter a Ibiza y Formentera en sus maletas regresen con ellas en el corazón.