Sin un régimen especial que abarate costes como el del transporte o el de la energía, va a ser muy difícil impulsar a un sector como el industrial que padece un claro declive en las islas, según ha quedado reflejado en el cierre de fábricas. Esta tesis, defendida tanto por las patronales de las Islas como por el secretario de la federación que representa a este sector en CCOO, Daniel Cámara, se suma a otros argumentos, como es el que el suelo industrial del archipiélago es uno de los más caros de España.
En cualquier caso, se ponen muchas esperanzas en el Plan de Industria recientemente presentado por el Govern balear y en cuya elaboración han participado tanto patronales como sindicatos de las islas. Según el presidente de la Comisión de Industria de la confederación empresarial CAEB, Jaime Fornés, si esta medida hubiera entrado ya en vigor posiblemente se hubiera podido salvar a algunas empresas que han cerrado recientemente. Por ello, reivindica su aplicación con la mayor celeridad posible.
Según los representantes de las pequeñas empresas y de CCOO la principal herida que la industria balear tiene abierta está vinculada a los costes de la insularidad. Empezando por el del transporte para la entrada de materiales y para la salida del producto para las ventas fuera del archipiélago. Según destaca Cañabate, las ayudas existentes en esta materia no solo son insuficientes, sino que además el modelo del puerto de Palma, por ejemplo, está pensado para los pasajeros y para la llegada de materiales en camión, pero no en contenedores, pese a que esta última modalidad es más barata. Algo parecido en el puerto de Ibiza. A ello suman el fuerte consumo de energía que suele conllevar la actividad industrial y el elevado precio que ésta tiene en el archipiélago. Para aliviar el peso de estos dos factores, tanto Cañabate como Cámara subrayan la importancia que tiene la aprobación del reivindicado Régimen Especial de Balears.
El precio del suelo industrial
Pero no son los únicos factores que se apuntan, y el precio del suelo industrial en las islas es otro de ellos, provocado en buena medida porque los principales polígonos de la isla registran un excesivo peso de la actividad comercial frente al mas débil del sector secundario.
Desde el Govern recordaron que la Mesa del Diálogo Social aprobó la semana pasada el primer Plan de Industria de Balears, cuyos objetivos son la creación de las condiciones necesarias para el mantenimiento y crecimiento de las empresas instaladas en las Islas, así como la creación e implantación de nuevas empresas que contribuyan a la regeneración del tejido industrial, sobre todo en las zonas más desfavorecidas industrialmente.
Para el desarrollo del Plan se ha estimado un presupuesto general de 105 millones de euros que se distribuirán en siete años. En 2018, la Dirección General de Política Industrial ya tiene presupuestados 12,5 millones de euros dirigidos a varias líneas de inversión para fortalecer el sector. Se trata, por tanto, de un «plan estable, de presente y de futuro a medio plazo, que ha territorializado las necesidades de cada isla en relación a los sectores productivos predominantes y que se encuentra en consonancia con las estrategias europeas de reindustrialización», según el Govern.
LOS DATOS
El Índice de Producción Industrial repunta un 2,6%
El Índice General de Producción Industrial (IPI) repuntó una media del 2,6% en 2017, impulsado por todos los sectores, especialmente por los bienes de consumo duradero y los bienes intermedios, según ha informado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE). De esta forma, la producción industrial encadena su cuarto ascenso anual consecutivo después de los logrados en 2016 (+1,6%), 2015 (+3,3%) y 2014 (+1,5%), año éste último en el que logró su primer repunte desde que estalló la crisis, en 2007.
Corregida de efectos estacionales y de calendario, la producción industrial aumentó un 3% en 2017, con incrementos en todos los sectores. El mayor crecimiento fue para los bienes de consumo duradero (+5,6%), seguido de los bienes intermedios (+5,3%), los bienes de equipo (+2,9%), la energía (+2%) y los bienes de consumo no duradero (+0,8%).