Las noches de sardinas con cerveza a la luz de la luna están más lejos que nunca. Ibiza está cambiando y aunque aún se pueden encontrar rincones tradicionales en los que disfrutar de un plato fresco, simple y delicioso lo que está de moda es mucho más sofisticado que una sardinada sinfín a la orilla del mar.
Los nuevos turistas llegan en busca de restaurantes de lujo y chefs con reconocimiento internacional. El turismo gastronómico de alto standing es la nueva apuesta del tejido empresarial de Ibiza. Visto que el sofrit pagès, la frita de pulpo o el bullit de peix no han llegado a mover masas, a pesar de ser exquisitos y auténticos platos ibicencos, la Pitiüses apuestan fuerte por este nuevo concepto de turismo de lujo en busca de restaurantes de categoría.
«En la innovación y en la adaptación está el secreto de ser el destino preferido de millones de personas»
Quizás no sean restaurantes para todos los bolsillos pero sí para todos los gustos. Japoneses, italianos, peruanos, mediterráneos, fusiones de todo tipo que tienen como base un producto de alta calidad que en muchas ocasiones crece y se compra en los campos o las aguas de Ibiza y Formentera.
Es una puesta en escena diferente, que si funciona y da de comer al residente que lo siembra, al que lo vende, al que lo cocina y al que lo sirve, ya nos deja satisfechos pues en la innovación y en la adaptación a los nuevos requerimientos sociales está el secreto de ser el destino preferido por millones de personas alrededor del mundo. Si además nos podemos permitir el capricho de regalar a nuestro paladar una noche de placer, qué mejor destino que Ibiza o Formentera para gozarla.
Todos estos nuevos negocios cinco estrellas requieren, además de clientes y de productos de primera, de profesionales cualificados. Camareros con idiomas y formación, cocineros a la altura de chefs y restaurantes con estrella Michelin. El lujo además de subir los precios sube también el nivel y el número de trabajadores que llega en verano a las islas.
Ahora queda resolver la vivienda y las pobres infraestructuras de algunas zonas aún no preparadas para este Boom. Pero como decía algún sabio al final todo llega y todo llega al final.
Jimena L. Ansótegui
DIRECTORA COMERCIAL