El mito de los dos pagadores

En la época de la declaración de la renta siempre proliferan inciertos rumores entre la población

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Tener trabajo y quedarse en el paro, trabajar nueve meses e irse al paro otros tres, compaginar el subsidio de desempleo con una pequeña nómina o cobrar dos salarios a la vez para apañar un sueldo decente.  Estos supuestos cada vez están más presentes en el mercado laboral español y también levantan muchas dudas y suspicacias a la hora de hacer la declaración de la renta por el hecho de tener dos pagadores o más a lo largo del año.

Por ejemplo, en el caso de que un trabajador tenga dos pagadores debe tener en cuenta que si se han hecho las retenciones bien no tendrá que abonar a Hacienda, a no ser que se le hayan aplicado las retenciones mínimas. Suele ocurrir que al tratarse de un segundo trabajo, y si está bien retribuido, al aumentar los ingresos, también lo haga la base imponible y, por lo tanto, se paguen más impuestos.

Otra cuestión distinta es el dinero ingresado por el subsidio de desempleo. Así, una persona que se haya quedado en paro en 2014 no sólo no estará exenta de presentar la renta este año, sino que además deberá incluir la prestación por desempleo como si se tratase un pagador más porque a efectos fiscales, el dinero de la prestación por desempleo no es distinto del de la nómina. El problema con el dinero que se recibe por el paro es que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) casi no practica retenciones, por lo que es muy posible, y así ocurre normalmente, que después el resultado sea a pagar. Este caso es muy común en personas que han trabajado unos meses del año,  que  luego cobran el paro y lleguen a los 11.200 euros anuales que estipula la ley en este supuesto de cobrar una ayuda. Hay que recordar que la ley dice que si se cobran menos de 22.000 euros anuales de un único pagador no se tiene la obligación de declarar a Hacienda. El mismo límite se da cuando hay más pagadores si la suma de las cantidades percibidas por los restantes pagadores no superan en su conjunto los 1.500 euros anuales.

En resumen, como es sabido el resultado de la declaración de la renta es la consecuencia de las retenciones que se  han practicado a lo largo de todo el año. De esta forma, si la cantidad retenida supera lo que toca efectivamente pagar, Hacienda devolverá el dinero, pero si no es suficiente, habrá que abonar la diferencia haya uno, dos o más pagadores.

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