La cosmética sostenible, mucho más que una tendencia

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Ester Vila
Ester Vila
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Muchos turistas, pero también residentes buscan las que se denominan las mejores playas de Ibiza. Éstas suelen cumplir los requisitos de arena blanca y fina, agua limpia, transparente y cristalina, a poder ser una calita de postal y ¿por qué no? aparcamiento fácil y poca afluencia de gente. En Ibiza hay muchas playas que cumplen estos requisitos, así que es fácil satisfacer casi todas las necesidades de los bañistas. Lo que es realmente curioso es que, a pesar de tener esa voluntad de encontrar playas bonitas, son muchos los que al finalizar su jornada, la dejan un poco peor de como se la han encontrado. Más allá de recoger los envases y restos de comida, hay aspectos en relación a la conservación del entorno que se desconocen. Uno de ellos es la crema solar y por ello la protección solar biodegradable gana cada vez más adeptos.

El uso de la crema solar debería estar obligado para proteger la piel de los rayos solares, pero hay un factor negativo en el uso de cierto tipo de cosmética de protección solar en la playa, porque ¿dónde acaba la crema solar, los aceites autobronceadores y la cosmética capilar que uno se aplica para que el pelo esté protegido durante la jornada? En el mar. El debate está servido. ¿Hay que protegerse de los rayos solares? Por supuesto. ¿Deberían estar permitidas todas las cremas en la playa? No.

La conciencia social acerca del impacto humano sobre el planeta es cada vez mayor y por ello se puede seguir avanzando para limitar el uso de algunos productos. Entre ellos están la cosmética no biodegradable.

Números escalofriantes

Es recomendable chequeear la composición de la cosmética con protección solar antes de su compra.
Es recomendable chequeear la composición de la cosmética con protección solar antes de su compra.

En cifras, este problema se traduce entre 6.000 y 14.000 toneladas de crema solar vertida en los océanos de todo el mundo y varios de sus componentes son tóxicos para el entorno marino. Si la máxima preocupación al comprar una crema es la homologación o incluso la textura o el olor, habría que ir mucho más allá y chequear qué ingredientes la componen. Así es como hay que evitar que la próxima crema solar que uno vaya a adquirir no contenga los siguientes conservantes y aditivos: parabens, pthalates, triclosan, microbeads (plástico) ni los siguientes químicos: Oxybenzone, Octinoxate, Octocrylene, PABA (Aminobenzoic Acid, Enzacamene, Octisalate, Homosalate o Avobenzone.

No significa que ahora haya que tirar el resto de cremas de protección solar que contengan estos componentes, sino que habrá que limitar su uso fuera de la playa: salir a correr, ir a la piscina, durante una barbacoa, etc. La frase de «piensa global, actúa local» cada vez gana más adeptos y si poco a poco se realizan pequeños gestos en la isla, el entorno de las Pitiüses no solo frenará su deterioro sino que incluso empezará a evolucionar hacia mejor para que en un futuro, estas playas que tantos buscan, puedan seguir encontrándolas.

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