25 años
La antigua fábrica de Can Ventosa se convertirÃa en un centro cultural desde 1994. Lo anunciaron el Consistorio y la Caixa el 4 de febrero de 1993 tras firmar un convenio en el que se establecÃa que la titularidad serÃa de Vila. TendrÃa una sala multiusos y acogerÃa exposiciones y conferencias, al Patronato de Música, al club de la tercera edad y a la biblioteca municipal.
En Fitur, los grandes mayoristas avisaban de algo que seguro les suena: los precios de la oferta complementaria eran exagerados y constituÃan el principal problema para atraer turistas, que más bien huÃan espantados al ver el precio que costaban las paellas. El delegado de un turoperador incluso utilizó un sÃmil muy gráfico: habÃa una «clara tendencia a exprimir al turista».
El delegado de un turoperador incluso utilizó un sÃmil muy gráfico: habÃa una «clara tendencia a exprimir al turista»
Otro dÃa de la marmota. Los vecinos se quejaban por las obras de la plaza del Parque. Las crÃticas se centraban en que habÃa quedado con «aspecto frÃo y lúgubre». HabÃa «perdido el encanto» de antaño, aseguraban. Y avisaban de que con las primeras cuatro gotas caÃdas «ya habÃa charcos en el suelo». Vamos, que nunca se contenta a todos.
Más llamaba la atención la rehabilitación del edificio La Mutual del paseo de Vara de Rey, donde la falta de seguridad era más que evidente, incluso para los viandantes: no habÃa valla de protección y una marquesina pendÃa peligrosamente sobre la acera.
50 años
A ver si esto también les suena: «El campo ibicenco está padeciendo una prolongada sequÃa, la cual ha causado la pérdida casi total de los sembrados, aparte del consiguiente daño ocasionado al arbolado». Lo publicaba Es Diari el 1 de febrero de 1968, hace 50 años, cuando, sin cambio climático, la falta de lluvias era tan común como ahora y las cosechas se hallaban en «un estado deplorable».
Mejor iba el aeropuerto, que con solo una década de funcionamiento ya se habÃa convertido en el sexto de España en tráfico, según acababa de asegurar el ministro del Aire, el teniene general José Lacalle Larraga. SÃ, en esa época habÃa Ministerio del Aire, y otro de Tierra, y otro de la Marina. Sólo estaba por delante el aeropuerto de Málaga, pero el ibicenco tenÃa más tráfico que el de Tenerife.
75 años
En la Falange Femenina se despachaban a finales de enero de 1943 las entradas para asistir a la «graciosÃsima comedia» ‘Usted es Ortiz’, de Pedro Muñoz Seca, que interpretaba el Cuadro Escénico de Educación y Descanso de Falange Española Tradicionalista y de las JONS (cuyo jefe insular era Florentino Sánchez), en colaboración con los militares de InfanterÃa y ArtillerÃa.
Pepita Escandell hacÃa de Casta; Amelia Torres, de Celcina; Fina Zornoza de Eulogia… Poco que ver aquella Ibiza con la actual. En el tránsito hacia la modernidad, aún acontecÃan sucesos propios de otras épocas: el Consistorio multaba a un vecino por «haber dejado muerto un cerdo en el Ensanche».
100 años
En plena Gran Guerra, con una crisis económica de órdago, ciudadanos muriendo de hambre y de frÃo en la PenÃnsula, la supresión de la lÃnea marÃtima directa con Barcelona y la consecuente restricción de los intercambios comerciales habÃan provocado, entre otros estragos, que desde Ibiza se exportara lo mÃnimo, que los precios de los productos básicos se dispararan y que el carbón llegara con cuentagotas. Por esa razón, la Eléctrica Ibicenca anunció desde el 30 de enero de 1918 que, debido a «la carestÃa verdaderamente exorbitante del carbón», que le obligaba a parar la mayor parte de su maquinaria, cortarÃa «la corriente a partir de 7 de febrero a todos los [abonados] de la otra Fábrica de Electricidad».
El fluido permitÃa, no obstante, proyectar cine en el Pereyra, si bien ese problema con las comunicaciones marÃtimas causaba algún que otro percance: «Anoche –detallaba con sorna Es Diari el 2 de febrero de 1918– se proyectaron algunas pelÃculas que, aunque muy buenas, fue necesario darlas ya repetidas, toda vez que las que debÃan proyectarse estaban a bordo del vapor y, debido a circunstancias extrañas a la empresa, no pudieron exhibirse dichos estrenos». Al menos, se compensó a los espectadores cabreados: «Fue vuelto el dinero a los concurrentes y tuti contenti».
Aquellos dÃas se perdió una boa «en el trayecto del CÃrculo X al teatro Pereyra». Se gratificarÃa a quien la devolviera en la redacción de Diario de Ibiza. No habÃa que temer, sólo era para abrigar un cuello de mujer.